El sucesor de Don Alfredo

El Madrid volvía al Bernabéu tras la dolorosa e inmerecida derrota en el Camp Nou y tras el parón liguero por las selecciones. Ante el Granada, y en un ambiente fantástico, en el coliseo merengue había cierta preocupación por el «Virus FIFA», que suele atacar a los equipos grandes. Para este Madrid recuperado, el encuentro fue un bálsamo. Y Cristiano recuperó viejas sensaciones con un «hat trick» meteórico en tan sólo ocho minutos, igualando los 24 de Messi en Liga.

Busca la perfección

Al final del encuentro, Cristiano firmó un extraordinario repóquer goleador que le situaba de nuevo como máximo artillero, aparte de alcanzar la cifra mágica de 300 dianas ya como madridista en sólo seis temporadas. Son registros de un auténtico número uno. El luso, año tras año, tiene la capacidad de reinventarse y buscar la perfección. Vive para el fútbol y su profesionalidad es un claro ejemplo para sus compañeros, que una vez más le reconocen la jerarquía de auténtico líder del equipo.

Cuiden el patrimonio

Pero lo más importante ahora es que el madridismo, tras la exhibición de juego y de goles de Ronaldo en la matinal del Bernabéu, no tiene la menor duda de que es el sucesor real del mejor jugador del Madrid de todos los tiempos, el querido e idolatrado don Alfredo di Stéfano, como dijo la otra noche Arbeloa en «El Chiringuito». Y no se dejen engañar por las críticas vertidas acerca de que a Cristiano le pierden sus formas. Su carácter y talante ganador son únicos. El portugués es un auténtico patrimonio de Real Madrid. ¡Cuídenlo!