Balonmano
27-23: España, a por el oro
La Selección jugará la final del Europeo frente a Suecia después de un partido soberbio ante Francia, el mejor equipo del mundo
La Selección jugará la final del Europeo frente a Suecia después de un partido soberbio ante Francia, el mejor equipo del mundo.
Una de las pesadillas del deporte español es la selección francesa de balonmano. En realidad del deporte español y de cualquier rival que el legendario equipo «bleu» tuviera enfrente. Hasta ayer, hasta la semifinal del Campeonato de Europa en Croacia. España alcanzó su quinta final en el torneo continental con 45 minutos perfectos y con un final en el que por momentos Francia amenazó con hacer honor a su historia. Pero el equipo de Jordi Ribera no desperdició tres cuartos de partido de ensueño. Todo fue perfecto hasta el ecuador de la segunda parte (14-23). Los apuros posteriores estuvieron a la altura del premio y no impidieron que España alcanzase su quinta final europea. Ahora toca buscar el primer oro en un equipo que ha hecho costumbre eso de luchar por las medallas. En los últimos cuatro Campeonatos de Europa, los Hispanos siempre han estado entre los cuatro mejores. Falta adornar esa histórica consistencia con un oro continental.
Los campeones de todo, el equipo invicto en el torneo, el grupo al que el relevo generacional no había afectado, el verdugo de tantas grandes ocasiones... todo eso era Francia y a todo respondió España con un planteamiento sobresaliente. Había que ganar la semifinal desde la defensa, intentar que el arsenal exterior de los franceses no hiciera el daño habitual, frenar sus contraataques de vértigo, que no se sintieran cómodos en definitiva. Y el partido fue un calvario para la Francia de Karabatic y compañía. Desde la portería a la zona central liderada por Viran Morros y Gedeón Guardiola, España contuvo todo el talento de los galos. Los dos equipos se fueron al descanso y los Hispanos sólo habían encajado nueve goles; restaban quince minutos y España había recibido únicamente 14... No se podía escapar. El papel de Rodrigo Corrales y de Arpad Sterbik en la portería fue básico para comer la moral a los lanzadores galos. A sus cañoneros, a sus extremos, desde los siete metros, desde cualquier sitio... La aparición de Sterbik resume la superioridad de España. La baja de Gonzalo Pérez de Vargas obligó a recurrir al portero de origen balcánico. Desde Skopje, donde juega ahora, viajó a Ljubljana y de allí en coche a Zagreb. De excursión por la antigua Yugoslavia. Y eso con 38 años y sin hacer portería desde el 14 de diciembre. Pronto recordó al que fue el mejor portero del mundo. Salió del banquillo y provocó el primer penalti fallado de Mahe en todo el torneo. No se quedó ahí. Paró también los dos siguientes y la Selección se desató.
Francia vivió una pesadilla en el último tramo del primer tiempo. Recibió un parcial de 1-7 y se pasó más de ocho minutos sin marcar. España no se quedó ahí. A la fortaleza defensiva sumó claridad en ataque. Con la puntería de Solé hubo un reparto perfecto de responsabilidades hasta que el equipo se atascó. Lo hizo con un colchón suficiente (14-23). El despertar de los campeones de todo derivó en un parcial de 6-0. Quedaba media vida por delante (20-23, min 51), pero los nervios quedaron ahí. Un gol de Cañellas dijo basta y apartó a Francia de su enésima final. España disputará la quinta (ante Suecia) en busca de un oro que se le resiste.
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