Opinión

España y las razones para creer

El grupo de De la Fuente ha ilusionado a los más y menos creyentes con alegría, fútbol y sin conflictos internos

Zubimendi llega a la concentración de España en Donaueschingen
Zubimendi llega a la concentración de España en DonaueschingenPablo García RFEFAgencia EFE

En el fútbol, como en la vida, te puedes ilusionar con razones o sin ellas. Uno puede pensar que le va a tocar la lotería, que van a aumentarle el sueldo o que vamos a encontrar el amor basándonos bien en lo que uno va trabajando día a día o en un cúmulo de casualidades al que algunos llaman destino. Por lo visto hasta ahora en la Eurocopa, todo el que crea que la selección española está entre las máximas favoritas para ganar el torneo, lo hará con conocimiento de causa y con la base sólida de reconocer en los nuestros al equipo que mejor juega. Si la Roja no llegaba al torneo como candidata al título, ha sido el juego desplegado hasta ahora lo que ha hecho subir a la selección un peldaño, suficiente para mirar a los ojos a cualquier rival. Francia o Inglaterra se han plantado en cuartos aburriendo a las ovejas, con propuestas futbolísticas ramplonas, únicamente defendibles por el resultado y a veces ni eso. Portugal y Alemania también ganan, aunque con un mejor fútbol que las anteriormente mencionadas. La selección de Roberto Martínez, que está saliendo mal parado de sus planteamientos de partido, se salvó de la quema gracias a su portero, y la local Alemania sufrió menos de la cuenta gracias a un arbitraje paupérrimo, como casi todos los de la Eurocopa.

Es la España de De La Fuente la única que enamora, que levanta a los aficionados de sus asientos y que juega con una felicidad impropia de un torneo tan importante. Ha ganado todos sus partidos con merecimiento, ha respondido ante las adversidades, ha sido fiel a su estilo y ha planteado soluciones cuando los partidos se complican. Por lo visto sobre el terreno de juego, el partido del viernes ante la anfitriona promete ser de lo mejorcito que puede verse a día de hoy a nivel internacional y, independientemente del resultado, lo que deben hacer los nuestros es ser fieles a lo que los ha llevado hasta aquí y es que, aun si se perdiera, jugando de esta manera nadie podrá reprochar a este equipo ser el que más esta haciendo por llenar estadios y divertir al respetable de entre todos los participantes. Lo que han hecho este grupo de jugadores es ilusionar a los más y menos creyentes, con alegría, fútbol y sin conflictos internos. Chapeau por un entrenador que ha fletado un barco directo al paraíso.