Hamilton vence en una carrera loca y Sainz, quinto

El inglés ganó después de un Gran Premio repleto de incidentes hasta el final. Kimi Raikkonen fue segundo y Sergio Pérez tercero. El madrileño protagonizó una gran actuación y Alonso acabó séptimo

El Gran Premio de Arzebaiyan pasará a la historia de la Formula 1 por ser uno de los más accidentados de los últimos años, desde los puestos de arriba hasta las posiciones de abajo. Comenzó Vettel liderando la prueba con nadie que pudiera inquietarle y ni siquiera los Mercedes podían acercarse, ni por rendimiento ni por estrategia. Pero el final resultó como una película de suspense. Un choque entre sendos Red Bull provocó la salida a pista del coche de seguridad a falta de once giros para el final y eso provocó que todos los pilotos aprovecharan la ocasión para sustituir neumáticos y prepararse para un último sprint apoteósico. Y así fue. Vettel perdió el primer puesto a favor de Bottas porque en Mercedes estuvieron más despiertos y les pilló más cerca de boxes el momento en el que se produjo la neutralización. Cuando la pista quedó limpia apenas quedaban tres giros y el alemán de Ferrari se tiró a por todas en la primera curva tras la reanudación. Se pasó de frenada de forma salvaje y perdió todo el trabajo del fin de semana en apenas unos segundos. Además, se marcó un plano muy bestia en la rueda y comprometió más todavía sus opciones de podio.

Pero cuando Bottas ya se veía ganador del Gran Premio y gozaba de una pequeña ventaja frente a su compañero Hamilton, un trozo de fibra en la recta le provocó un reventón de rueda que terminó con sus sueños de victoria. Fue entonces cuando Hamilton recogió el testigo prácticamente en la última vuelta y cruzó la línea de meta en primer lugar. Ni él mismo se podía creer que fuera a subir a lo más alto en una carrera que se convirtió en una prueba de supervivencia. Fue primero por delante de Kimi Raikkonen y Sergio Pérez, que es un auténtico especialista en esta clase de carreras alocadas. Incluso debió cumplir una sanción de cinco segundos en boxes.

Carlos Sainz también hizo un gran trabajo en Bakú. En los primeros compases de la carrera llegó a ir quinto y llegó al final del Gran Premio con serias opciones de acabar en cuarto lugar. En el “stint” final peleó con Lecqler, le superó y se fue a por Vettel, que ya había perdido varias posiciones después de cometer un error de esos de los que luego te acuerdas al final de temporada. Sin embargo, el de Renault no pudo adelantar al de Ferrari, que a pesar del plano en el neumático, se defendió con uñas y dientes.

Pero lo pasó Fernando Alonso, que en la primera vuelta pinchó las dos ruedas del lado derecho. Regresó a boxes con el oficio que sólo tipos como él pueden tener, cambió las ruedas y, con el coche ciertamente “tocado”, al final fue capaz de conseguir un séptimo puesto que maquilla la fuerte marejada que se avecina en el equipo inglés.