Fórmula 1
McLaren, décima a décima
McLaren parece haber dado un pequeño paso adelante, aunque sigue a una eternidad de Mercedes
En la tercera cita de la temporada McLaren parece haber dado un paso adelante. Sin duda, es una noticia positiva, pero claro, partía el equipo de un nivel demasiado mísero para tratarse de una escudería como McLaren, un suministrador y constructor como Honda y dos pilotos como son Alonso y Button, que se limitan a seguir órdenes de los ingenieros. Más no pueden hacer las dos estrellas de la escudería. El retraso en la evolución del coche y el motor roza el ridículo, sin embargo, todos los implicados en esta aventura fueron muy honestos desde el principio. Había que tener paciencia, claro que nadie esperaba que ayer, por ejemplo, Alonso marcara como objetivo pasar a la Q2 en clasificación y mañana terminar la carrera.
Nadie mejor que ellos para saber en qué estado de evolución se encuentra el monoplaza. En China todo apunta a que han subido la capacidad de la unidad de potencia y ahora habrá que buscar una mejora en la fiabilidad. El piloto asturiano se mostró contento porque las piezas llevadas a Shanghái funcionaron correctamente. Ayer, el equipo McLaren trabajó la aerodinámica y fue frecuente ver parafina en las alas delanteras y traseras del MP4/30. Con este material rociado por distintas zonas comprueban que los datos recogidos en el túnel de viento se corresponden con la realidad. El McLaren está a 2,5 segundos de Mercedes, una eternidad en la Fórmula Uno que cuesta mucho reducir. No será una cuestión de meses, sino de años. Cuando el coche inglés esté a apenas un segundo será cuando realmente empiece lo difícil. Superar ese margen es lo más complicado y para llegar a esto los plazos hablan de mitad del año 2016, si acaso.
En China, Mercedes domina la escena con los Ferrari más cerca y consolidando su papel de perseguidor y oponente de la marca de la estrella. Aunque este fin de semana la FIA ha mejorado uno de los sistemas más propensos para buscar una pequeña trampa en el reglamento: los caudalímetros que miden el consumo de combustible (limitado a 100 kilos por hora a determinadas revoluciones por minuto) contarán con sensores que aumentarán el control de esta pieza. Se rumorea que Mercedes y Ferrari podrían haber encontrado alguna argucia para no ser cazados. Está claro que el flujo de información ha corrido a velocidad supersónica una vez que un buen número de ingenieros de la marca alemana han pasado a trabajar en Maranello.
Este fin de semana, Hamilton llega a uno de sus circuitos preferidos, ya que en China ha logrado cinco victorias. El inglés parte como máximo favorito, una vez que su compañero Rosberg no parece en condiciones de hacerle frente. Claro que, todo puede pasar, porque el inglés se encuentra en pleno proceso de renovación (se habla de 35 millones de euros por año) y cuando esto ocurre suelen pasar cosas raras en el seno de las escuderías.
En Shanghái se espera una carrera sin lluvia, con estrategias a dos paradas para cambiar neumáticos. Se espera que las ruedas sufran el temido «graining» (ampollas en los neumáticos a causa de un desgaste desigual) aunque esta vez el calor no será tan acusado como lo fue en Malasia hace dos semanas. Los pilotos alcanzarán velocidades superiores a los 325 km/h y para los amigos de las estadísticas, en este trazado el coche de seguridad firma un 33% de posibilidades de salir a neutralizar la prueba. ¿Estarán los estrategas de Ferrari tan acertados como en Sepang?
«Parece que seguimos en el camino adecuado, vamos mejorando y acercándonos al grupo de la mitad de la parrilla. Todo ha ido según lo previsto», decía Alonso.
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