Todos contra Hamilton

Terminaron las vacaciones, y en el caso de Lewis Hamilton, todos los excesos en los que convierte sus días libres retransmitidos casi en directo a través de su cuenta personal de Twitter. Probablemente, es la envidia de muchos de sus compañeros, porque además de pasarlo bien tiene una gran capacidad para volver a la realidad, y hacerlo machacando a sus rivales, como hacía su ídolo y referencia Ayrton Senna. ¿Por qué conformarse con aventajarles en diez segundos si puede conseguir doblarlos? Esa es la filosofía del inglés, que afronta esta temporada con el claro objetivo de lograr su cuarto título, tantos como tiene Alain Prost. Si lo consiguiera, ya sólo tendría en el horizonte a dos grandes de este deporte: Juan Manuel Fangio y Michael Schumacher. En Mercedes son perfectamente conocedores de su supremacía técnica. Y todo ello, a pesar de que la FIA ha levantado algunas restricciones en su intento de igualar más las cosas. Ferrari parece realmente cerca de Mercedes en cuanto a rendimiento. La mejora en la unidad de potencia es real, sobre todo gracias a la evolución que han sufrido sus baterías, que les han dado problemas desde que cambiara el reglamento en 2014.

En Australia siempre puede pasar cualquier cosa, porque se trata de un escenario muy especial en el se suelen producir carreras ciertamente caóticas. Además, la salida resulta un momento muy delicado en este circuito semiurbano. Puede que en esta cita se produzcan muchas sorpresas, ya que la FIA ha restringido mucho las comunicaciones entre ingenieros y pilotos. Ahora tendrán que ser éstos quienes controlen más parámetros del monoplaza, algo que estos años atrás era una simple orden a cumplir manejando un selector.