Sevilla

0-2. Una apisonadora en Varsovia

0-2. Una apisonadora en Varsovia
0-2. Una apisonadora en Varsovialarazon

Según la enseñanza de Pierre Corneille en «Las mocedades del Cid», la victoria sin peligro no conlleva la gloria: «À vaincre sans péril, on triomphe sans gloire», escribió el dramaturgo. Con perdón y con todos los respetos, repondríamos eso tan sevillano de «un mojón pa’ ti». Porque ni el más cenizo de los sevillistas puso ayer en cuestión el pase de su equipo a la final de Varsovia, tan firme fue la mano de hierro con la que los de Emery timonearon el partido de vuelta, pero vaya si es glorioso el suceso. Cuatro finales en diez ediciones, ganadas las tres primeras. Definitivamente, el gol de Puerta al Schalke 04 el jueves de Feria de 2006 le cambió la vida (para mejor) a los sevillistas. El otro finalista es el Dnipro ucraniano, que sorprendió al Nápoles. No es necesario desvelarles el nombre del favorito.

En tromba, como mandan los cánones y como reseñaría un cronista clásico, salió la Fiorentina a un Artemio Franchi recalentado por la necesidad de escalar el Everest de tres goles que traían de la ida. Plantó Montella a su defensa en el centro del campo y encerró al Sevilla hasta generar la oportunidad de anotar el proverbial gol tempranero, tan importante cuando se acometen misiones de este estilo. Pero entre el cabezazo de Basanta y la red se interpuso una parada prodigiosa de Sergio Rico, que de un manotazo se reivindicó como el titularísimo para la final y congeló las esperanzas italianas.

Dos zarpazos a balón parado le bastaron al Sevilla para terminar definitivamente con el suspense. Otro de los mandamientos de los equipos necesitados de épica es convencer al rival por la vía de los hechos (eufemismo: a patada limpia) de que le espera una noche incómoda. El Real Madrid de Juanito y sus 90 minutos «molto lungo» metía en el horno al visitante con las caricias de acreditados carniceros como Pirri o Goyo Benito. Así quiso marcar el territorio Pizarro, que segó a Aleix Vidal: tarjeta, falta y gol de Bacca en la estrategia. Cinco minutos después, era Savic quien golpeaba al colombiano: tarjeta, falta y gol de Carriço en la estrategia. Antes de la media hora, quedó claro que el tiempo que quedaba se tomaría ya a título de inventario.

El fútbol puede escudriñarse desde el punto de vista táctico con la minuciosidad con la que un entomólogo clasifica a las hormigas pero se trata, al modesto entender de este cronista, de un ejercicio vano. Lo que de verdad importa para alcanzar el éxito es ser eficaz en las áreas, en la propia y en la ajena. En esta eliminatoria, la Fiorentina ha superado al Sevilla en casi todas las facetas tocantes al puro juego, pero con unos delanteros incompetentes y una defensa de verbena... Al contrario, la táctica de Emery consiste en jugar concentrados en defensa y procurar colar la pelota en la portería. Nada más y nada menos. Todo lo que ocurre en los setenta metros ecuatoriales del campo importa bien poco.

La segunda mitad constituyó casi una molestia. Los puretas de la Fiorentina casi ni tenían ganas de, al menos, intentar empatar y al Sevilla le bastaba con dejar pasar los minutos. A decir verdad, el personal estaba más pendiente de lo que pasaba en la otra semifinal que de lo que ocurría sobre el césped. Cuando el ritmo ya era de torneo veraniego, Krychowiak se tragó un amago de Pizarro y cometió penalti, pero Ilicic lo mandó a las nubes. Debería ensayar Vincenzo Montella los tiros desde los once metros, pues de seis penas máximas que han tenido a favor en la Serie A, sus pupilos sólo han convertido dos. Por vergüenza torera, los toscanos intentaron marcar el gol de la honrilla hasta el final, sobre todo Salah, el egipcio cedido por el Chelsea.

¿Qué puede añadirse? De cualquier palabra elogiosa se ha hecho acreedor un grupo que ha honrado durante toda la temporada su condición de defensor del título y que se apresta a igualar aquel bienio dorado 2006-07.

- Ficha técnica:

0 - Fiorentina: Neto; Stefan Savic, Basanta (Pasqual, m.46), Gonzalo Rodríguez, Marcos Alonso; Borja Valero (Lazzari, m.85), David Pizarro, Matías Fernández (Badelj, m.67); Salah, Joaquín; e Ilicic.

2 - Sevilla: Sergio Rico; Coke, Carriço, Kolodziejczak, Tremoulinas; Krychowiak, Mbia; Aleix Vidal, Éver Banega (Iborra, m.55), Vitolo (Reyes, m.74); y Bacca (Gameiro, m.70).

Goles: 0-1, M.22: Bacca. 0-2, M.26: Carriço.

Árbitro: Damir Skomina (Eslovenia). Amonestó a los locales Pizarro (m.21), Savic (m.26) y Borja Valero (m.46) y al visitante Éver Banega (m.34).

Incidencias: Partido de vuelta de las semifinales de la Liga Europa disputado en el estadio Artemio Franchi, en Florencia, ante unos 35.000 espectadores, entre ellos un millar de sevillistas.