0-4. Vendaval Messi

El azulgrana marca tres goles en Riazor ante el Deportivo, que nunca fue rival de un Barça intenso y enchufado. Luis Suárez y Rakitic también se lucieron

Marcar tres goles en Riazor para Messi es sencillo. Lo consiguió hace tres años y ayer repitió suerte. Un «hat-trick» que sirve para espantar fantamas y que corrobora que el Barcelona ha vuelto a la senda correcta de juego y resultados. De momento no se avecinan aires de fiesta y Luis Enrique puede presumir de equipo y de un jugador como Leo, que fue un vendaval en Riazor ante un Deportivo asustado, timorato y que se entregó a fondo para intentar minimizar las virtudes del rival.

Messi ha vuelto. Desde el partido de Vallecas no marcaba fuera de casa y ayer se desquitó en su campo talismán. La mejor versión del argentino, unida a la intensidad que puso el Barcelona desde el primer minuto –jugadores como Luis Suárez y Ratikic tuvieron mucho peso en el juego– maniataron al Deportivo y certificaron la distancia sideral que hay entre los dos equipos.

Como el Barça salió con ganas, tensión y presionó al Deportivo en su campo, el partido duró lo que tardó Messi en ver portería. Habían amagado Neymar y Luis Suárez con dos genialidades, pero fue un centro de Rakitic el que aprovechó Messi para cabecear ante Fabricio. Segundo gol de cabeza de Leo en el presente curso. Un Leo que hacía de todo ante la impotencia de los defensores deportivistas. Presionaba, robaba, se asociaba con sus compañeros y, además, marcaba. Un chico para todo al que se le veía disfrutar como en los viejos tiempos. Perfecto de condición física, asumía el liderazgo de un Barça muy superior.

El equipo gallego, agazapado en su campo, no dio señales de vida hasta el minuto 28, en una falta lanzada por Medunjanin. El Barça había bajado un pelín su intensidad y el Deportivo quería respirar. Sin embargo, Messi buscaba ahogar a los gallegos y lo hizo a renglón seguido. Un balón al área, una acción perfecta de Luis Suárez ante una atolondrada defensa y un habilidoso Leo para tocar con sutileza ante Fabricio. Sentencia.

El Barça, amo y señor. Rapidez, verticalidad, presión y pocos sustos en defensa. Luis Enrique no podía pedir más. El técnico azulgrana vio cómo Cuenca, un producto de La Masía, cedido en el Deportivo, mandaba a las gradas un balón franco de gol. También por allí pululaba Oriol Riera, otro producto «made in Barça», que tuvo un debut más que gris.

El canterano por excelencia era Messi, que hizo el tercero con un disparo desde fuera del área. Y es que el repertorio de Leo es muy grande. Uno de cabeza, otro de habilidad y otro de potencia. Un muestrario universal el del argentino, que se divirtió en Riazor, lo mismo que sus compañeros. Porque cuando el Deportivo puso a prueba a Bravo, el chileno hizo una parada de mérito. Y es que el Barça de ayer fue un equipo de principio a Messi. Y el Deportivo fue el convidado de piedra en la fiesta de Leo. Hasta se marcó un gol en propia puerta cuando ya Messi se había convertido en su verdugo. Qué bueno que volviste. El fútbol te lo agradece.

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- Ficha técnica:

0 - Deportivo de La Coruña: Fabricio; Juanfran, Sidnei, Lopo, Luisinho; Álex Bergantiños, Juan Domínguez, Medunjanin (Lucas Pérez, min.78); Cuenca, Cavaleiro (José Rodríguez, min.46); y Oriol Riera (Toché, min.63).

4 - Barcelona: Bravo; Alves, Piqué, Rakitic, Mascherano, Jordi Alba; Busquets (Bartra, min.66), Rakitic, Iniesta (Rafinha, min.66); Luis Suárez, Messi y Neymar (Pedro, min.70).

Goles: 0-1, min.10: Messi. 0-2, min.33: Messi. 0-3, min.62: Messi. 0-4, min.83: Sidnei, en propia meta.

Árbitro: Martínez Munuera, del colegio valenciano. Mostró amarilla a Riera (min.59) y Toché (min.64), por parte del Deportivo; y a Bartra (min.68) y Alves (min.78), por el Barcelona.

Incidencias: Partido de la decimonovena jornada de la Liga disputado en Riazor ante 25.173 espectadores. Antes del partido, se guardó un minuto de silencio por Andrés García Yáñez, expresidente del Deportivo; y José Calvete, exjugador del conjunto coruñés.