Athletic de Bilbao
Con Neymar es más fácil
No jugó Luis Suárez, pero brilló el brasileño y marcó Messi para que el Barcelona derrotara al Athletic, que apretó pero no tuvo acierto.
No jugó Luis Suárez, pero brilló el brasileño y marcó Messi para que el Barcelona derrotara al Athletic, que apretó pero no tuvo acierto
Luis Enrique se guardó a Luis Suárez en el banquillo. Pensaba más en la vuelta de la Copa contra el Atlético que en el enemigo que tenía enfrente. Era la oportunidad que necesitaba Paco Alcácer para sentirse importante. Si su entrenador no tiene miedo de reservar al «9» titular, el sustituto tiene que responder. Y Alcácer consiguió, por fin, su primer gol en Liga. Han tenido que pasar 21 partidos para que se estrene en el campeonato y pueda olvidarse de la ansiedad que ha marcado su juego durante muchas jornadas. En Copa ya había escapado de sus fantasmas con un tanto al Hércules en el último partido del año pasado.
Para el gol fue decisiva la aportación de Neymar. Messi aparecía poco y el brasileño asumió el protagonismo por la banda izquierda. No marcó, pero cada vez que se asomaba De Marcos temblaba. Una bicicleta ante el lateral vasco precedió al pase que aprovechó Alcácer para marcar el primero. De Marcos seguía en el suelo cuando el delantero azulgrana celebraba el gol.
El comienzo del partido anunciaba una tarde complicada para el Barcelona. Además de Suárez, faltaban Jordi Alba y todo el centro del campo. Sin Busquets, lesionado, y sin Rakitic, que ha sido su mejor sustituto, al Barcelona le costaba encontrar su juego. Los defensas echaban de menos un socio que les ofreciera un pase sencillo desde el fondo. Y el Athletic, que también se había dejado a Aduriz en el banquillo, intentaba asfixiarlos con su presión adelantada. Un disparo de Raúl García que Ter Stegen desvió al poste y un remate de cabeza al que Williams no supo dar la dirección adecuada avisaban al Barcelona de que la tarea no iba a ser sencilla.
La situación no cambió con el gol de Alcácer. El Athletic no se rindió y siguió desgastándose en la presión avanzada. Pero era incapaz de aprovechar regalos como el de Umtiti a Raúl García, que el jugador del Athletic devolvió a las manos de Ter Stegen desde fuera del área. Tampoco Williams acertó después de una gran jugada sobre la línea de fondo que se empeñó en terminar con un disparo en lugar de pasar a Raúl García, que llegaba desde atrás enseñándole el camino.
Al Barcelona se le hacía largo el partido, pero el equipo de Luis Enrique es uno por abajo y otro por arriba. Le cuesta defender y no acierta a encontrar el juego que define su identidad. Pero hay pocos problemas que no puedan solucionar sus delanteros. Y lo que no había conseguido el gol de Alcácer lo consiguió el de Messi. Convirtió una falta lateral en un lanzamiento directo que ni Laporte ni Iraizoz pudieron detener. Un error del guardameta del Athletic que condenaba a su equipo. El gol liberó aún más a Neymar, que dejó en evidencia otra vez a De Marcos y a San José, que llegaba a la ayuda, antes del descanso.
Tan seguro se sintió Luis Enrique de la victoria que se permitió dar media hora de descanso a Messi. En el intermedio ya había sacado a Piqué del campo. Sergi Roberto entró en lugar del «10» y, entonces, el que se sintió libre fue Aleix Vidal. Aparecía por cualquier lado y hasta se atrevió a marcar un gol llegando por la izquierda. Neymar saltó por encima de la pelota para no estropear la jugada de su compañero. Sin demasiado desgaste, el Barcelona se marchó del campo con los deberes hechos y el ánimo intacto.