Champions League

Sevilla

Bale-Ronaldo, la felicidad era esto

El galés fue el mejor y el portugués respondió a la burla de Blatter con tres tantos. El Real Madrid hace su mejor partido de la temporada ante el Sevilla

Cristiano Ronaldo celebra uno de los tres goles que marcó al Sevilla
Cristiano Ronaldo celebra uno de los tres goles que marcó al Sevillalarazon

Por fin, después de un comienzo de temporada de molestias en el muslo, de que sí, pero no, de que se hablase hasta de su espalda; por fin, tras un comienzo en el que la mala suerte se había pegado a su pierna, a Bale, ayer le sonrió la fortuna, ayer a Bale le cambió el azar. Y el Madrid fue feliz. Fue en el lanzamiento de una falta cuando se comprobó que el destino ya ha decidido ser generoso con el futbolista galés. Él cogió el balón y tomó aire mientras Cristiano Ronaldo miraba y esperaba su momento. El disparo dio en la mano de Alberto Moreno y despistó a Beto, el portero del Sevilla. Se fue a un lado cuando el balón se marchó a otro.

Desde ayer, ya se puede hablar del fútbol del galés y olvidar lo que le ha rodeado hasta ahora. Todo lo que hizo lo hizo bien. El remate en el primer gol, la falta, sus centros desde la banda derecha que dieron aire al Madrid cuando se había metido en un lío. El 11 del Madrid es rápido, es listo y sabe jugar al fútbol. Entendió a Benzema, que ayer estuvo iluminado, y también se encontró con Cristiano Ronaldo, que siguió sumando goles, como si lo que hiciese día a día fuese normal, cuando en realidad es asombroso. Sus cifras son demoledoras, digan lo que digan los ejecutivos con corbata que mandan en el fútbol.

Entre los tres hicieron los siete tantos del Madrid, una cifra que tan lejana parecía hace menos de un mes, cuando el equipo se sumía en reuniones y desde fuera se dudaba hacia dónde iba. Tiempo, pedía Ancelotti, que los futbolistas tenían que acoplarse, que Bale no conoce a sus compañeros. Sabía lo que decía el italiano mientras levantaba su ceja escéptica. El triplete atacante, más el añadido de Isco, que durante la primera mitad sacó su lado genial, dio ayer la paz y ganó el futuro para el madridismo.

Fue la primera gran noche del Madrid, después de la derrota en casa del máximo enemigo. Necesitaba un día así, para olvidar a Undiano Mallenco y a Blatter haciendo de Chiquito de la Calzada. Se esperaba un Bernabéu entregado a Ronaldo, pero es que la afición hace mucho que dio su corazón al portugués. Cuando hizo su gol, saludó como un comandante, luego agradeció a la grada el apoyo y siguió a lo suyo, es decir, a vapulear al Sevilla, que no se rendía. Todo fue bien. Bale hizo su primer gran partido, Benzema está motivado y hasta volvió Xabi Alonso, en un cambio anunciado por Illarramendi mediada la segunda mitad. El joven centrocampista sabe que a partir de ahora se le ha puesto muy cara la titularidad en el Madrid.

Fue feliz el Madrid porque tiene un ataque demoledor y porque superó todos sus debilidades defensivas frente a un Sevilla, que durante casi toda la primera mitad fue el típico rival desarmado, al que le esperan un montón de goles, pero que resucitó en los minutos finales y estuvo a punto de hacerlo de nueva en la segunda parte. En un partido de locos, Diego López evitó el tercer tanto, sacó para Ronaldo, éste se la dio a la carrera de Bale y el pase del galés lo remató Benzema. Acostúmbrense a que se repitan esos tres nombres: Ronaldo, Bale, Benzema, gol.

El Sevilla recibió goles, pero sólo se lanzó a la lona noqueado cuando Rakitic lanzó alto otro penalti (el tercero del partido), que debía ser el cuarto tanto del Sevilla. Jairo mostró pinceladas de un futbolista que puede llegar alto y Vitolo hizo que el Santiago Bernabéu se enfrascara en uno de esos debates en los que tanta pasión le pone sobre un jugador suyo: Arbeloa. El lateral derecho fue pitado cada vez que tocaba el balón al final del primer tiempo, cuando al estadio le dio un ataque de nervios por los dos tantos en dos minutos del Sevilla. Pero tras el descanso, cuando el equipo blanco volvió a golpear con saña, el Bernabéu se olvidó de sus rencillas y odios inútiles y se puso a disfrutar del fútbol. Ha llegado la plenitud de Bale y Ronaldo tiene hambre, le recompensen con Balón de Oro o no. Ha llegado el momento de la felicidad.

El «real Gareth»

«Todo el mundo pudo ver al real Bale, jugando con confianza y mostrando su calidad. Su condición física es muy buena, está mejorando en todos los aspectos y será importante para nosotros en el futuro», decía Ancelotti tras la mejor actuación de su nueva estrella. El técnico estaba satisfecho con sus atacantes. «Los tres de han completado una gran actuación, han trabajado bien para presionar arriba, que es lo que quiero de ellos. Nos faltó algo de equilibrio, que debemos buscar con los otros siete futbolistas de campo».

Ficha técnica:

7 - Real Madrid: Diego López; Arbeloa, Varane, Ramos, Marcelo; Illarramendi (Xabi Alonso, m.64), Khedira (Di María, m.82); Bale, Isco (Modric, m.71), Cristiano Ronaldo; y Benzema.

3 - Sevilla: Beto; Figueiras, Pareja, Carriço, Navarro, Alberto Moreno; Mbia, Rakitic, Jairo (Perotti, m.62), Vitolo (Reyes, m.83); y Bacca (Gameiro, m.62).

Goles: 1-0, M.13: Bale. 2-0, M.27: Bale. 3-0, M.32: Cristiano Ronaldo, de penalti. 3-1, M.38: Rakitic, de penalti. 3-2, M.40: Bacca. 4-2, M.53: Benzema. 5-2, M.60: Cristiano Ronaldo. 5-3, M.63: Rakitic. 6-3, M.71: Cristiano Ronaldo. 7-3, M.80: Benzema.

Árbitro: José Antonio Teixeira Vitienes (Comité Cántabro). Expulsó a Mbia en el minuto 76 por doble amonestación. También enseñó tarjeta amarilla a Alberto Moreno (m.25), Ramos (m.37), Arbeloa (m.65), Khedira (m.66),

Incidencias: Partido de la undécima jornada de la Liga BBVA disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante unos 65.000 espectadores.