Brasil
El Chiringuito de Pedrerol: Que acabe este calvario
Nadie quiere jugar contra Australia un partido con mucho que perder. Que no se rompa el grupo, el objetivo de Del Bosque
Nadie quiere jugar contra Australia un partido con mucho que perder. Que no se rompa el grupo, el objetivo de Del Bosque
El partido contra Australia es un engorro. Tan inoportuno que ya está dando problemas antes de jugarse. Casi nadie quiere saltar al césped. Para los australianos, vencer a la campeona del mundo será una motivación increíble. Para los nuestros, un sacrificio imposible cuando no quedan fuerzas ni en las piernas ni en la cabeza. ¿Cómo motivar a jugadores que ya han dado por terminado su ciclo en la Selección para que hagan un último esfuerzo y se marchen de Brasil con algo de dignidad? Es muy difícil. Incluso algunos que se han sentido maltratados no tienen ningunas ganas de jugar. Cesc, que sólo disputó 15 minutos contra Holanda tras salir con 1-4 en el marcador, se enfrentó ayer a Del Bosque, que le quitó el peto de titular. Piqué, señalado en ese partido y enviado al banquillo frente a Chile, ha alegado una oportuna lesión muscular. Es un aviso de que hay cosas que no están marchando bien. Hay damnificados en este Mundial, pero nadie quiere contar lo que ha pasado. Por eso Xabi Alonso se metió en un lío, aunque ayer tratara de matizarlo. Todos quieren pasar página cuanto antes.
Que no salten más chispas
El de Australia es el partido más difícil para Del Bosque, que no sólo ha perdido credibilidad ante la afición, sino también ante algunos de sus futbolistas. Tiene un papelón que resolver. Intentar que no se venga todo abajo. Que no haya malas caras. Que no salten más chispas de la cuenta. Que ese grupo se rompa lo menos posible. Ése es su objetivo. Y lo va a tener muy complicado. Tanto para los veteranos como para los nuevos, los días antes de hacer la maleta se van a hacer eternos. Están todos pensando en las vacaciones y en la nueva temporada. Deseando que este Mundial termine de una vez para ellos. Son las horas más difíciles en la convivencia de la Selección. Días interminables de gestos serios, miradas gachas y silencios permanentes.
Quieren volver a casa
Con la cabeza muy lejos de Brasil, sin motivación alguna, ¿cómo se planifican los entrenamientos? ¿Cómo se prepara un partido que casi nadie quiere jugar? ¿Qué puede significar para Xavi, Villa o Casillas disputar ese último encuentro? No tienen absolutamente nada que ganar pero sí mucho que perder, porque si no son capaces de salvar mínimamente la honra con una victoria, los palos serán tremendos. Tienen que vencer. Y para ello tendrán que correr, pelear, dejarse la piel. Cuando lo único que tienen en mente es volver ya a casa y que todo termine lo antes posible.
¡Ilusiónanos, Del Bosque!
Si no tuvieron ganas ni mostraron garra cuando se lo jugaban todo, si les pesaron las botas cuando tenían a todo el país detrás, será difícil levantar a esos jugadores para un partido que no pinta nada. Pero hay que intentarlo. Los nuevos y los menos habituales no tienen tanto que perder. Han visto el Mundial desde el banquillo y es hora de que disfrutemos de ellos. ¡Quiero ver a Koke por fin! Quiero ver el futuro de la Selección. ¡Ilusiónanos un poco, Del Bosque! Enseñemos a la gente lo que está por venir. Y que acabe ya este calvario.
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