Atlético de Madrid

Bacca castiga la falta de puntería

Carlos Bacca con el Villarreal. EFE / Rodrigo Jimenez.
Carlos Bacca con el Villarreal. EFE / Rodrigo Jimenez.larazon

¿Dónde se compra el gol? En enero, con Diego Costa y Vitolo dirán los más optimistas seguidores rojiblancos. Para largo me lo fías contestarán los más pesimistas. Sin embargo, los últimos están más cerca de la razón. Al Atlético le cuesta un mundo marcar y ayer el que hizo Correa no le bastó ante un Villarreal que tuvo más la pelota, pero inferior a los rojiblancos en cuanto a producción ofensiva, llegadas y ocasiones. Encontró premio en el cabezazo de Bacca, tras un córner perfectamente ejecutado por Samu Castillejo. El colombiano ganó la partida a Godín, Oblak no salió y llegó el tanto. El enésimo que encajan los rojiblancos de cabeza. El Mono Burgos y Simeone no han encontrado remedio a los centros laterales y los balones aéreos.

El Villarreal siempre se le atraganta al Atlético y ayer no iba a ser una excepción. Con Calleja a los mandos, el submarino amarillo apuesta por ser un equipo más ofensivo. Apareció con Bakambu y Bacca y colocó por detrás a Soriano y a Fornals, en las bandas, y a Trigueros a su altura. Rodri era el que actuaba por delante de los defensores. Y desde un sistema coherente comenzó llevando la iniciativa. El Atlético se fue desperezando poco a poco. Simeone junto a Thomas con Gabi y Saúl. Dio otra oportunidad a Gameiro y procuró que Griezmann y Correa se movieran entre los defensores amarillos. Tras los escarceos del Villarreal llegó la ofensiva rojiblanca. Los jugadores tienen tan interiorizado que falta gol que probaron desde lejos. Saúl, Correa, Griezmann, Saúl. Cuatro disparos en cinco minutos, producto de las ganas, de algunas jugadas de mérito y del buen entendimiento entre Correa y Griezmann.

El Atlético se había despertado, abría el campo con Juanfran y Filipe y después de una acción de Savic, que evitó con su cruce el remate de Bakambu, llegaron tres ocasiones. Gameiro marró la primera; después un remate de Saúl lo sacó Víctor Ruiz con Barbosa batido y , además, el meta metió una buena mano para mandar a córner un cabezazo de Godín, que se convirtió en el extranjero con más partidos (315) como rojiblanco por delante de Perea. El gol no llegaba, las ocasiones sí.

Así es el Atlético de este curso. Su capacidad goleadora no se corresponde con un equipo que, supuestamente, quiere aspirar a a todo. Es su asignatura pendiente. Y no parece que, de momento, vaya a aprobarla. Sin embargo, Simeone no desespera, pese a que Griezmann no esté en su mejor etapa goleadora y a que el acompañante del francés –ayer repitió con Gameiro como en Vigo– tampoco los goles se le caen. ¿Cuestión de rachas? En el Atlético parece que no.

Por eso cuando Correa marcó, tras una buena jugada en la que participaron Filipe Luis y Griezmann, Simeone respiró. Pero volvió a rebrincarse al comprobar cómo Gameiro (m. 67) fallaba la sentencia. El francés perdonó lo imperdonable con la portería para él solito y el Atlético entró en el tramo final del partido sin haberlo resuelto. Con puntería lo hubiera hecho antes. No fue así.

El Villarreal acertó con los cambios y dio un paso adelante con Castillejo. El Atlético volvió a dar un pasito atrás como el día del Barcelona. Y el equipo ya no es tan firme en defensa como antaño para sobrevivir con la mínima renta. En una jugada de estrategia empató Bacca. Duro castigo a la falta de acierto rematador.

- Ficha técnica:

1 - Atlético de Madrid: Oblak; Juanfran, Savic, Godín, Filipe; Correa, Gabi, Thomas, Saúl; Griezmann y Gameiro (Vietto, m.74).

1 - Villarreal: Barbosa; Mario Gaspar, Álvaro, Víctor Ruiz, Jaume Costa (Rukavina, m.69); Rodri; Manu Trigueros, Pablo Fornals (Cheryshev, m.75), Soriano (Castillejo, m. 60); Bakambu y Bacca.

Goles: 1-0, m.61: Correa. 1-1, m.80: Bacca.

Árbitro: Undiano Mallenco (C. Navarro). Amonestó a los visitantes Manu Trigueros (m.25), Bakambu (m.55) y Bacca (m.79).

Incidencias: partido correspondiente a la décima jornada de LaLiga Santander, disputado en el estadio Wanda Metropolitano ante unos 65.000 espectadores.