«Mi futuro es el Real Madrid. Primero porque tengo contrato con el club y, sobre todo, porque es el equipo de toda mi vida, donde me gustaría estar»,

M«Por un gol...», decía Esperanza Aguirre a Florentino Pérez en la ceremonia de entrega de medallas de honor de la Comunidad de Madrid. «La vida...», contestaba el presidente del Real Madrid. El equipo blanco va volviendo a la normalidad después de la eliminación contra el Borussia Dortmund, de que la «Décima» se volviera a escapar. El presente y el futuro se mezclan desde ya. En el primero, lo más importante es la final de la Copa del Rey contra el Atlético e intentar ganar los máximos puntos en Liga por si el Barça se descalabra del todo. De lo segundo hay mucho que decir: altas, bajas, fichajes... Es como si la temporada 2013/14 hubiera empezado cuando Howard Webb pitó el final del encuentro de vuelta de semifinales y José Mourinho anunció después que su futuro está más cerca de Inglaterra, donde le «quieren». En el capítulo de jugadores, el primer «fichaje» se conoció ayer. «Mi futuro es el Real Madrid, porque tengo contrato, porque llevo en él desde los nueve años y porque es el club de mi vida», reconoció Iker Casillas, uno de los que recibió la medalla de honor. La mala relación del portero con el entrenador abrió las especulaciones sobre una posible marcha de Iker a otro club. Pero Casillas dejó claro que seguirá. Además, como el técnico se quiere marchar, el problema quedaría solucionado. «Son preguntas que tenéis que hacer al entrenador», aseguró Casillas sobre las intenciones de «Mou». En Inglaterra ya se están preparando para darle la bienvenida. «Tenerle de vuelta sería espectacular», afirmó Villas-Boas, el preparador del Tottenham, que fue «alumno» de su compatriota en sus inicios. Pero a Mourinho todavía le queda una última misión con el Real Madrid: ganar la que sería su segunda Copa el próximo día 17 contra el Atlético en el Bernabéu. En ello están centrados él y la plantilla, dejando a un lado todo lo demás, como refleja el abrazo de Sergio Ramos –otro de los jugadores que más ha chocado con el portugués– con el técnico en el entrenamiento de ayer. Ganar la Copa sería terminar el año con una pequeña sonrisa. Curiosamente, el estéril triunfo ante el Borussia fue el número 125 de Mourinho en 172 partidos. Con ningún otro equipo ha ganado tantos partidos, aunque con el Madrid sea con el que menos títulos ha conquistado.