Madrid
Paco Jémez: «Humildes, pero honrados»
Paco Jémez asegura que el Rayo no entra en el juego de los maletines y que está más cerca de seguir si el equipo desciende a Segunda
Paco Jémez asegura que el Rayo no entra en el juego de los maletines y que está más cerca de seguir si el equipo desciende a Segunda
«Somos humildes, pero honrados. No me dedico a los maletines. Me preguntaron en la previa si estábamos preocupados por eso y lo que comenté es que no entrábamos en ese juego. Dije que si nos íbamos a Segunda por no hacer eso, nos iríamos con la cabeza alta. Somos humildes pero honrados, aunque algunos no lo entienden». Así comenzó Paco Jémez una rueda de prensa convocada fuera de los plazos habituales –cuatro días antes del próximo partido– y sin un objetivo aclarado. Paco quiso defender también la profesionalidad de sus jugadores. «El otro día nos pudo la situación, no pudimos competir con lo que teníamos delante, pero no es cuestión de actitud», afirma. «Tengo que defender la profesionalidad de mis jugadores porque es lo que me demuestran», añade. «Por un partido no somos malos profesionales. «Para todos es duro. Muchos jugadores tienen contrato y la inmensa mayoría pierde la mitad de su sueldo por bajar a Segunda y algunos, más. Será un año difícil para todos», asume.
El técnico rayista se siente ahora más cerca de Segunda que de Primera. «Ya no dependemos de nosotros», dice. «El partido de San Sebastián nos ponía con pie y medio en Primera si ganábamos y con pie y medio en Segunda si perdíamos». Y perdieron. Pero la obsesión de Paco es pelear legalmente por las posibilidades que tengan de seguir en la primera categoría del fútbol español.
«Después del partido dije que intuía que nos podíamos ir a Segunda. Ser optimista no significa que no sea realista. Soy el más optimista del mundo, pero cuando entro a un vestuario y veo treinta personas llorando es por algo. Eso es ser realista», reconoce. «Ahora tenemos una oportunidad contra el Levante. Tenemos que ir al máximo, porque el optimismo sólo vale para ganar al Levante, pero ya no el resto de los partidos», agrega.
Paco estaba especialmente enfadado con algunas informaciones que lo sitúan fuera de Vallecas la próxima temporada. «Aquí está mi pasaporte para el que lo quiera ver», decía Paco Jémez al finalizar la rueda de prensa en la Ciudad Deportiva del Rayo Vallecano. El técnico rayista quería demostrar que no se ha reunido en Singapur con Peter Lim, el propietario del Valencia, que no ha comido con Jorge Mendes, el agente de cabecera de Lim, y que no tiene su futuro comprometido con nadie. «Se ha aprovechado un viaje a La Coruña para ver a mi mujer y a mis hijas para decir que he ido a ver al presidente del Dépor. Una cosa son los rumores, que son parte de mi trabajo, y otra cosa es la mentira», comentaba muy enfadado.
«Claro que me han llamado representantes, para irme a Dubái, a Guinea o a México. Te llaman mil representantes», reconoce. Pero su único compromiso es con el Rayo Vallecano, al que se ofreció el lunes en una reunión con el presidente, Raúl Martín Presa, y el director deportivo, Felipe Miñambres. «Me reuní con ellos para que me tuvieran como alternativa para entrenar al Rayo esté donde esté. Si hay posibilidades de que siga, seguiré, en Primera o en Segunda. Si no, cogeré la maleta y me iré», asegura el entrenador rayista. Después reconocía que tiene más posibilidades de seguir en Segunda que en Primera».
«Mi relación con la directiva es, posiblemente, mejor ahora que cuando llegué», asegura. «Se ha dicho que mi relación con la directiva es mala. Me llevo bien con Luis Yáñez [director general del club], con Raúl Martín Presa [presidente] y con José María Sardá [vicepresidente]. También con Felipe Miñambres, con el que la relación va más allá de lo estrictamente profesional», asegura. «No tengo ningún problema con ningún empleado. Los adoro, porque nos cuidan y hacen que sea mejor nuestro trabajo», dice.
La decisión sobre su continuidad en el Rayo deben tomarla sin precipitarse pero de manera rápida. «Si es que sí, tenemos que ponernos a trabajar para el equipo; y si es que no, ellos tendrán que ponerse a trabajar por su parte y yo por la mía», asume. De momento, él sólo trabaja para apurar las opciones de permanencia. «Quiero dejar al equipo en Primera», dice cuando le preguntan si le motiva ascender con el Rayo.
Cinco puntos desperdiciados
A falta de cinco partidos para el final del campeonato, el Rayo tenía cinco puntos de ventaja sobre el descenso. A falta de un minuto para acabar la jornada 34, mantenía esos cinco puntos de ventaja, pero el gol del malaguista Ricca le condenaba a seguir luchando. Y después tenía que enfrentarse al Real Madrid y al Atlético, enemigos demasiado fuertes para él, aunque se puso con 2-0 a favor ante los madridistas. Ahora, no depende de sí mismo para continuar la próxima temporada en Primera.
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