Sólo quiere aprender

España y Australia nunca han medido sus fuerzas en un terreno de juego. Los australianos, que llegan a su tercer Mundial, asumen que son la cenicienta del grupo y que su papel «es aprender ante grandes selecciones», como afirma su actual técnico, Ange Postecoglu, de origen griego, pero nacionalizado.

Tras lograr la clasificación, las derrotas ante Brasil y Francia, en amistosos, le costaron la destitución al alemán Holger Osieck. En el equipo «aussie» destaca el veterano Tim Cahill, que tras pasar por el Everton recaló en el Red Bull de Nueva York. Lucas Neill, también ex del Everton –ahora en el Sidney– es otro de los puntales de un equipo limitado, con carencias en el juego ofensivo, pero con buena preparación física, lo que le permite mantener un ritmo alto en los partidos. Los jóvenes Remos y Rogic son dos delanteros con futuro. Mark Schwarzer, de 41 años, segundo meta del Chelsea, es el titular, que dejará el fútbol tras el Mundial.