Atlético de Madrid
El milagro de Thomas
El canterano volvió a aparecer desde el banquillo para resolver un partido que se había atascado y hace líder al Atlético
El canterano volvió a aparecer desde el banquillo para resolver un partido que se había atascado y hace líder al Atlético
Se marchó Jackson y el Atlético encontró el gol. Quizá fuera casualidad. Probablemente, no. Quedaba algo más de un cuarto de hora para el final cuando Thomas entró en el campo para sustituir al colombiano. El centrocampista ghanés es el ejemplo de los «minutos de calidad» que pide Simeone a sus futbolistas. Lo importante no es cuánto jueguen, sino cuánto aportan. Y Thomas ha ganado dos partidos de manera consecutiva con apenas cuarenta y cinco minutos en el césped.
Jugó la última media hora contra el Rayo, desatascó al equipo y dio el pase del primer gol a Correa. Ayer lo hizo en menos tiempo y sin intermediarios. El movimiento de Simeone fue el mismo, Thomas sustituía al delantero centro –Torres, en Vallecas; ayer, Jackson Martínez– para sorprender por el centro con su zancada. Y su avance fue imparable para Mariño, al que se le escapó el balón de las manos sin que pudiera evitar ver cómo cruzaba despacito la línea de gol.
Thomas llega por sorpresa y arregla los problemas del equipo rojiblanco, al que le cuesta encontrar el gol. Entre otras cosas porque da la sensación de que busca antes el gol de Jackson que el gol del equipo. Les ocurre a todos, menos al mismo Jackson. El colombiano trabaja para el equipo, se mueve para buscar el desmarque, remata y, además, sabe cuándo hay un compañero mejor colocado.
Antes del tanto de Thomas, la mejor ocasión del Atlético había llegado en un balón que el colombiano bajó con el pecho y Koke estrelló de volea contra el larguero. También había disfrutado de varias ocasiones. La primera, a los cinco minutos de juego, había hecho imaginar un partido más sencillo para el Atlético, aunque su disparo, raso y ajustado al poste, acabó despejado por Mariño a córner. Ganar con un gol de Jackson era la idea. Y hasta Griezmann era capaz de desperdiciar un contraataque por querer regalar un gol a su compañero. Dos remates de cabeza posteriores se marcharon fuera por poco.
Y como el gol no llegaba, el Levante se fue animando hasta casi acorralar al Atlético. La oportunidad más clara fue de Verza, en la primera mitad, pero su disparo con el exterior se marchó rozando el poste. Después siguió intentándolo y obligó a Simeone a cambiar el equipo sin demasiada convicción. Correa, que recibía el premio de la titularidad por sus buenos minutos en Vallecas, se marchó con el trabajo sin hacer para que entrara Vietto y Koke dejó su sitio a Carrasco. Tenía más desborde el Atlético, más regate y más actividad, pero el mismo éxito.
Godín se cansó de ver la impotencia de sus compañeros desde la cueva y se marchó arriba después de recuperar un balón. Se la entregó a Carrasco y siguió avanzando, fue el primero en llegar al área, pero no recibió el balón que merecía. El uruguayo empujaba a sus compañeros desde la defensa, pero la otra área quedaba muy lejos. Thomas intentó hacer lo mismo, pero con menos recorrido y más éxito. El Atlético necesita sorprender para llegar al gol, se siente incómodo cuando domina, no tiene las ideas claras y los partidos, a veces, se le hacen «bola». Y en este Atlético no hay mayor sorpresa que Thomas, escondido en lo más profundo del banquillo hasta la lesión de Tiago, y que ha llegado para quedarse. Muchos equipos querían su cesión, pero no parece que Simeone esté dispuesto a desprenderse de un futbolista que aparece en los últimos instantes para triturar los partidos con la tranquilidad del que lleva haciéndolo toda la vida.
El Atlético explota las bandas, con las subidas de Juanfran y de Filipe Luis, buscan los centros desde los costados igual que Koke y Gabi lanzan balones a la espalda de la defensa para que sus compañeros intenten aprovecharlos. Pero el triunfo llega desde el banquillo para entrar por el centro tirando paredes y derribando rivales, con ganas para perseguir el rechace del portero hasta que la pelota se duerme tras la línea. Thomas arrolla por delante y para mantener la portería tranquila, detrás de Godín está Oblak. No necesitó mostrarse demasiado, pero atrapó con tranquilidad un disparo lejano de Rubén. Al Atlético, que ya es líder, le salen las cuentas.
Simeone: «Los cambios nos dieron el salto de calidad»
«Hoy, nuevamente, los cambios nos dieron el salto de calidad que necesitábamos. Thomas, en la jugada del gol llevó el partido a donde queríamos. Es un jugador que aporta fluidez al equipo y que tiene muy buena llegada», explicaba Simeone tras el encuentro. Aunque el argentino no esconde los problemas que encontró su equipo a lo largo del encuentro. «En la primera parte nos costó asociarnos. Fuimos más por impulsos que por juego, pero la entrada de Thomas en la segunda mitad nos dio más tranquilidad y pudimos generar el gol», afirmó.
- Ficha técnica:
1 - Atlético de Madrid: Oblak; Juanfran, Savic, Godín, Filipe; Koke (Carrasco, m. 60), Gabi, Saúl; Griezmann, Jackson (Thomas, m. 72) y Correa (Vietto, m. 54).
0 - Levante: Mariño; Iván López, Trujillo, Feddal, Toño; Verza, Lerma; José Mari (Camarasa, m. 64/Roger, m. 82), Morales, Xumetra (Rubén, m. 73); y Ghilas.
Gol: 1-0, m. 81: Mariño, en propia meta, tras intentar atajar un disparo de Thomas.
Árbitro: Clos Gómez (C. Aragonés). Amonestó al visitante Xumetra (m. 60).
Incidencias: partido correspondiente a la decimoctava jornada de Liga, disputado en el estadio Vicente Calderón ante unos 45.000 espectadores. EFE
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