Atlético de Madrid
Un partido que mancha
El choque contra el Atlético deja en muy mala situación a algunos futbolistas. El club les pide una reacción inmediata
Isco vio que le iba a tocar ser sustituido y se acercó a la banda, puede que para perder el menor tiempo posible o puede que para evitar los pitos de la grada. Lo mismo había hecho un poco antes James. Aun así, ambos se marcharon entre la desaprobación de la grada. Los dos centrocampistas son los que más naufragaron en un partido importante para que el Madrid se sintiera fuerte para afrontar lo que queda de temporada. El choque de ayer se une, además, a una temporada irregular, con problemas y enfrentamientos con Benítez y muy lejos del estado de forma de otras temporadas. El caso más sangrante es James. El último año de Ancelotti, el colombiano fue de los más destacados, sosteniendo al equipo en muchos días malos. Su caída ha sido tan inesperada como vertiginosa. Hay una jugada en el derbi que le delata. Mayoral, todo ímpetu, robó un balón en el centro del campo y se lo dio a James para empezar el contraataque. Pero el «10» blanco estuvo lento, pesado, dejó que el rival le ganase la carrera y le quitara el balón sin apenas oposición. Fue ya lo que indignó a la grada. El día antes, Zidane elogió el esfuerzo de James en todos los partidos y en todos los entrenamientos, pero la mayoría de los días parece que juega con una losa que le impide desarrollar su mejor fútbol.
Isco, en cambio, casi siempre ha contado con la aprobación del estadio, pero también se retiró del partido entre silbidos. Lo intentó un poco al principio por la banda izquierda, pero sin Marcelo pierde a su mejor socio. Tampoco está siendo la mejor temporada del andaluz, que parece que ha sufrido un parón en su progresión, como si jugar en otro sitio le hubiese confundido. Se esfuerza, pero es en vano. No da alternativas ni sus jugadas terminan de decidir los partidos. Ambos centrocampistas, además, son de jugar al pie y buscar el desmarque del compañero. Como Benzema. Sin Bale en el campo, el equipo pierde profundidad y aunque tiene la pelota, apenas crea peligro.
Parte de los problemas del Madrid es que la defensa no tiene la firmeza de otras temporadas. Con los centrales en plena forma, el equipo podía estar desequilibrado, pero basta la rapidez de los de atrás para anticiparse y para corregir errores. Pero ni Varane ni Ramos se encuentran en su mejor estado físico o mental. Los dos tienen dudas que antes no tenían, tanto a la hora de sacar el balón como para presionar a los delanteros rivales. El Madrid necesita la mejor versión de sus hombres de retaguardia para jugar con seguridad al ataque.
Sergio Ramos: Ha perdido firmeza
En parte, el Madrid corregía los desequilibrios de su sistema con sus defensas, pero Ramos duda mucho.
James: Año negro
Sólo una reacción en este final de campaña puede salvar lo que está haciendo James.
Isco: Se acabó el amor
Ha sido el niño mimado del Bernabéu por su talento. Contra el Atlético escuchó pitos.
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