Gana Groenewegen y Quintana se despista

Si la cuenta de favoritos para el Tour de Francia es amplia y el dominio más abierto que nunca, igual sucede con la nómina de sprinters para las llegadas masivas de esta ronda gala. Atrás quedaron los tiempos del dominio sin piedad de los Petacchi, Cipollini o más recientemente Mark Cavendish, ausente en este Tour. En el tercer sprint de la carrera que ayer se vivió en Chalon Sur Saone, la etapa más larga de la presente ronda gala, Dylan Groenewegen se anotó su primera victoria parcial, igualando la cuenta de Peter Sagan, Elia Viviani y su compañero Mike Teunissen, que venció en la etapa inaugural de Bruselas.

La etapa, con 230 eternos kilómetros contó con una fuga intrascendente de Stephane Rosetto y Yoan Offredo que duró hasta los últimos 11 kilómetros, cuando el trabajo del Bora-Hansgrohe de Sagan tuvo efecto y los echó abajo. Mucho antes se había producido el momento más álgido y crítico de la etapa. A unos 30 kilómetros del final un pequeño abanico sacudió al pelotón. Greg Van Avermaet decidió arrancarse ayudado por el viento de cara y buscó hacer daño al gran grupo.

Apenas fueron unos segundos, pero el campeón olímpico llegó a cobrarse tres víctimas: Yates, Dan Martin y Nairo Quintana. Los tres se quedaron descolgados, unos metros pero la rápida reacción del Movistar en bloque logró solventarlo e integrar de nuevo al colombiano en un pelotón donde Giulio Ciccone vivió su día más especial, estrenando el maillot amarillo que de nuevo hoy lucirá camino de Saint Etienne.

No habrá momento para el descuido. “Sí, fue un despiste de parte mía”, reconocía Quintana. “Tenemos que estar bastante atentos a este tipo de descuidos. El equipo estuvo para respaldarme y gracias a ellos no tuvimos ningún problema”, relataba.