Fred Vergnoux: «Llega preparada como nunca»

El objetivo es intentar hacerlo mejor que en Londres. El técnico de la estrella de la natación española cree que es posible.

«La piscina es rápida», dice Mireia. Fred Vergnoux, su entrenador, el gran responsable de que la nadadora diera un salto de calidad, no sabe lo que es una piscina rápida o lenta, pero sí sabe que su pupila está preparada.

–Dice Mireia que la piscina es rápida...

–Eso son cosas de ellos. La piscina es la de siempre: 50 metros por 25, pero tras estar estos días en la piscina del Fluminense, una piscina vieja, con corchera vieja (entrenaron allí hasta el miércoles, el jueves se fueron a la Villa), entonces seguro que la sensación al llegar aquí va a ser positiva.

–¿Con qué sensaciones llegan?

–Terminar en Sierra Nevada, el viaje y los días de concentración aquí han sido buenos. Hemos descansado bien, ella se encuentra bien ya hace un par de días. Está muy contenta, tranquila, en plenitud. Queda optimizar cada día la confianza, utilizar la presión de la competición para ti mismo.

–¿Qué cambio hay entre la Mireia de Londres y ésta?

–Los últimos tests que hemos hecho antes de marchar son positivos, dicen que físicamente está mucho mejor que en Londres. Ella tiene cuatro años más, así que es una mujer con más experiencia y tranquilidad. Se ha recuperado de la lesión del año pasado, sus hombros están muy bien.

–¿Qué hace diferente a Mireia?

–El día a día. Mireia realmente hace lo que cualquier entrenador quiere. Es decir, una implicación a largo plazo. Es un proceso. Lo que funciona es el trabajo y ella tiene una forma de vivir esto increíble, por eso es diferente.

–¿Su capacidad de sufrimiento está por encima del resto o es todo mental?

–Esto es cada uno. Cada uno tiene su límite y puede ser que el suyo sea más alto, pero es todo la cabeza. Nosotros buscamos retos nuevos siempre. El último día de la concentración en Granada subieron desde el CAR hasta la punta del Veleta y cosas así hacen que marque la diferencia. Siempre hay que buscar nuevas cosas y es cada vez más difícil porque sorprender a Mireia no es fácil.

–Siempre responde...

–Siempre y le gusta. Así funciona. Viene aquí a nadar cinco pruebas individuales y el relevo, y el entrenador podría decir: «Esto es demasiado, no lo podemos hacer». Pero ella funciona así: está centrada en el día uno, el día dos no existe y después del uno ya pensaremos en el dos.

–¿En ninguna prueba va a contemporizar?

–No. Yo sería más de quitarnos una o dos y nos centramos en otras, pero ella no. Ella dice que cuando hay una oportunidad hay que aprovecharla.

–En la preparación han hecho esquí, boxeo... ¿Qué persigue?

–Yo trabajo con atletas, no trabajo con nadadores, entonces creo que lo que hacemos fuera de la piscina ayuda. En lo físico, evidentemente, porque es una forma de entrenamiento diferente y ayuda en la preparación; pero también en la cabeza, cuando saltas de un puente, haces esquí, bajas de la montaña a tope con la bici... Cualquier cosa que hemos hecho, el parapente, son cosas que te hacen crecer como deportista.

–¿Cuál es el reto en Río?

–Pasarlo bien, disfrutar de este momento e intentar hacerlo mejor que en Londres. Va a ser bastante complicado, pero ya hace cuatro años, el día antes de partir de Londres, ella me lo dijo claramente: «Voy a ir a Río a ser mejor». Es un reto muy grande, puede ser imposible, no lo sé, pero lo hemos intentado todo para conseguirlo y llega preparada como nunca.