España
La marcha, la última opción
A la espera de lo que haga Beitia hoy, Miguel Ángel López, en los 20 km, es quien puede evitar que España se vaya de Londres sin medalla
A la espera de lo que haga Beitia hoy, Miguel Ángel López, en los 20 km, es quien puede evitar que España se vaya de Londres sin medalla.
A no ser que Ruth Beitia, hoy, se sorprenda a sí misma y logre una medalla más improbable que nunca, la esperanza española de terminar la competición de Londres con un metal pasa por la prueba de marcha de mañana. Si no, por primera vez España terminaría un Mundial sin nada que meter en la maleta de regreso.
Todos miran a Miguel Ángel López, que defiende el título y que necesita recuperarse de la decepción de los Juegos del año pasado. También iba a ser uno de los grandes protagonistas en Río, pero tuvo un día malo, un inesperado día malo: llegó undécimo en los 20 kilómetros y no acabó en los 50. «Pasé la página de la decepción, porque la vida sigue, y en Londres me veo física y emocionalmente mejor», aseguraba ayer. Quiere poner fin a su mala racha y ayudar a que el atletismo español salga con la cabeza más alta de Londres: «2016 fue un año complicado por problemas físicos. No llegué a encontrar buenas sensaciones y eso me estaba minando. Sólo al final empecé a encontrarme bien, pero ya había suspendido los exámenes parciales y también el examen final».
Se ha «liberado de la presión», dice su entrenador José Antonio Carrillo, ésa que en Río le pesó demasiado y le impidió marchar con libertad. «Estoy muy tranquilo, con la responsabilidad que supone todo lo conseguido por la marcha española y motivado para continuar esos éxitos y dejar el pabellón de España muy alto. Todos partimos de cero», aseguraba López. Se ha entrenado bien en Font Romeu (los pirineos franceses) y sólo un resfriado hizo que variara un poco sus planes, pero se encuentra como casi nunca, o por lo menos, eso dice su peso. «Por primera vez pesa menos de 70 kilos (68,200) en una gran competición», cuenta su entrenador.
Miguel Ángel López es quien tiene los galones. Álvaro Martín, que también va a disputar los 20 kilómetros, llega con menos presión, con la idea de disfrutar e intentar aprovechar las oportunidades que le presente la prueba: «Aquí no busco un puesto concreto, lo que quiero es sacar mi mejor versión. Vengo en la mejor forma de mi vida y hemos trabajado sobre el plan de una carrera lenta hasta el km 15 y muy rápida en los últimos cinco». Carrillo, el entrenador teme la tolerancia de los jueces con los británicos: «Si los jueces son como deben ser, no les dejarán terminar porque son lo peor marchando. Coincidieron con nosotros en Font Romeu y cuando vi a uno a lo lejos pregunté: ‘‘¿Quién es aquel que viene corriendo?’’».
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