La oportunidad hace al ladrón

Ni Robben en su mejor sueño pensó en debutar con un 5-1 sobre España; Chile, menos. La Roja enfrenta a un gigante dolido que, tras ser desnudado por Van Gaal, ve tambalear a sus ídolos, ésos que reescribieron la historia y que, no obstante, siguen siendo los campeones. Y eso Chile lo sabe. Aun así, en el equipo de Jorge Sampaoli reinan la tranquilidad y el trabajo; saben que tienen una cita con la historia y que jugarán el rol de David. Una seductora oportunidad.

Por algo Del Bosque no quería a los suramericanos en la primera fase. Chile debutó con el pie derecho, dos goles en 14 minutos daban cuenta del buen momento individual de Alexis Sánchez y del grupo en general. Grupo de jugadores que pecó, sin embargo, de confianza y complicó sus opciones permitiendo el avance de una correosa Australia, incapaz de aprovechar sus oportunidades. No fue un partido brillante, pero dejó en claro que nadie puede relajarse, y menos en un Mundial. 3-1 final y con moraleja.

Chile enfrenta a España en el estadio Maracaná, ése que en 2011, tras un 0-4 de la «U» a Flamengo, instaló a Sampaoli y Vargas en lo más alto del fútbol suramericano. Suelo conocido además para Mena, Aránguiz y Valdivia, los «brasileros» de Chile que jugarán con la necesidad del triunfo español y la de no haber ido de paseo a Brasil. España es más que Chile, pero en un estadio nacido para imposibles, los estilos de juego y las condiciones que hay, puede que nuevamente la oportunidad haga al ladrón y Chile le robe el orgullo a España.