La envidia de Maté

Luis Ángel Maté tenía especial ilusión por disputar esta Vuelta, que salía de su casa, de Marbella. Colaboró con la organización para diseñar los recorridos de estas primeras etapas por la provincia de Málaga y fue uno de los ciclistas invitados a la presentación de la carrera en enero.

Pero su ilusión se vino abajo cuando su equipo, el Cofidis, anunció la lista de nueve corredores que disputarían la carrera. Maté se quedó fuera y cuando todo el mundo ciclista estaba pendiente de Marbella, él se encontraba disputando el Tour de Limousin. Llegó ayer a Málaga con su novia y hoy estaba en la salida, junto a su familia, como un espectador más. “Que también hace falta”, decía.

“Me da envidia”, confiesa el ciclista marbellí, acostumbrado a disputar el Tour y la Vuelta. Lo hizo en las tres últimas temporadas y este año pensaba repetir. Pero se tiene que conformar con el Tour. “No me pesa correr las dos grandes seguidas. Además, normalmente rindo mejor en la Vuelta”, afirma. Especialmente el año pasado, cuando terminó decimonoveno en la general.

Hoy ha tenido que disfrutar la carrera desde dentro, pero no encima de la bici. Primero se montó en uno de los coches de asistencia médica, que conduce el ex ciclista Serafín Martínez. Después, tuiteó desde el helicóptero que sigue la carrera. Una jornada para disfrutar, aunque sea con envidia.