Las consignas de la final

El independentismo catalán promueve una marea amarilla. Los ultras del Sevilla apoyarán la pitada al himno. El Barça, de azulgrana.

A las 21:27 de hoy Felipe VI accederá al palco del Wanda Metropolitano, sonará el himno de España y... volverá a sonar una monumental pitada contra el himno como sucede en las últimas finales de Copa. En Mestalla, en el Calderón, en el Camp Nou... En la quinta final consecutiva del Barça a las habituales esteladas, silbatos, pitos y gritos en favor de la independencia se va a añadir una marea amarilla, el color con el que el independentismo catalán quiere asociar su protesta por los políticos encarcelados o los que se encuentran en el extranjero. Habrá globos, camisetas, lazos... La parafernalia habitual del independentismo catalán pretende tomar la final de Copa.

En la zona del campo donde se ubicarán los más de 22.000 aficionados culés se desplegará una gran pancarta en la que se podrá ver la bandera catalana, los colores azulgrana y el mensaje: «Barça! Barça! Barça!». Nada extraordinario. Eso sí, algunas entidades privadas y peñas han impulsado la etiqueta en las redes sociales #grocalafinal (#amarilloenlafinal) y han reclamado al club que «reduzca la presencia institucional al mínimo». Bartomeu, habitualmente equidistante en sus pronunciamientos políticos, se vio «obligado» por las presiones de estos grupos a postularse reclamando «respeto» por las instituciones catalanas y el derecho a decidir. El club tiene previsto cumplir «con normalidad» el protocolo, acudir a la comida de hermandad promovida por la Federación y asistir al palco. Grupos independentistas también habían exigido que el Barça jugara la final con una camiseta amarilla o con la cuatribarrada, pero el club ha confirmado que jugará de azulgrana.

Los pitos no sólo llegarán de la zona culé. El grupo ultra del Sevilla, los Biris, de ideología de ultraizquierda y que contarán con unos 2.000 miembros en la final, también tienen previsto pitar el himno. Otros aficionados sevillistas tienen previsto llevar globos rojos al estadio. Su intención es que con los globos amarillos de los independentistas se pueda formar una especie de bandera rojigualda. Y al fondo, el fútbol.