Fútbol
Miles de personas despiden a Quini en El Molinón
El estadio del Sporting de Gijón se convirtió en un gran mausoleo donde los aficionados dieron su último adiós a «El Brujo»
El estadio del Sporting de Gijón se convirtió en un gran mausoleo donde los aficionados dieron su último adiós a «El Brujo».
Miles de aficionados han mostrado su respeto y admiración a modo de homenaje a Enrique Castro Quini en la capilla ardiente instalada esta mañana en el estadio de El Molinón, donde desde las 20.00 horas tiene lugar el funeral con las tribunas abiertas al público.
Desde primeras horas de la mañana, aficionados del Sporting han hecho cola a las puertas de El Molinón, que desde hoy llevará también el nombre de Enrique Castro Quini, hasta la llegada del féretro que ha sido recibido con aplausos.
Ya a lo largo de la noche del martes las inmediaciones de la puerta número 9 del estadio gijonés, el dorsal de Quini en su etapa de jugador, se llenó de mensajes, flores y velas encendidas en recuerdo del que fuera delantero del Sporting de Gijón, del FC Barcelona y de la selección española.
También desde primeras horas han llegado decenas de coronas y ramos de flores enviadas por clubes, instituciones y peñas, hasta el punto de no poder situarlas todas en el recinto habilitado para ello,
Al estadio de El Molinón se han acercado aficionados, compañeros y entrenadores de su época de jugador o delegado, como José Manuel Novoa, Miguel Montes, Jiménez, Cundi, Joaquín, Maceda, Esteban, Espinosa, Eloy, Redondo y Uría, entre otros, y el presidente de la Federación Asturiana de Fútbol, Maximino Martínez.
En representación del Ayuntamiento de Gijón, que esta mañana ha acordado añadir el nombre de Enrique Castro Quini al de El Molinón, ha acudido la alcaldesa Carmen Moriyón, acompañada por el primer teniente de alcalde Fernando Couto y el concejal de Deportes Jesús Martínez.
Paralelamente al acto en El Molinón, que se prolongará hasta las ocho de la tarde, el Ayuntamiento ha convocado una concentración y un minuto de silencio en la Plaza Mayor, donde las banderas ondean a media asta tras haberse decretado tres días de luto.
EFE
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