Márquez: «Ha perdido mi respeto»

En junio de 2008, Márquez era un niño de 15 años que empezaba en 125cc y tenía como modelo e ídolo a Rossi. Hoy, es un doble campeón de MotoGP al que se le ha caído un mito. Una estrella a la que se acercó con timidez para regalarle un coche de Scalextric como el que había pilotado alguna vez el italiano, en un encuentro preparado por el fotógrafo Jaime Olivares. Ahora los dos son rivales y su relación, maltrecha desde comienzo de temporada, está rota por el momento. «Ha perdido mi respeto y el de otra mucha gente. Mi opinión sobre él ha cambiado desde el jueves. Había hecho un año para ser campeón, pero tras esta acción no lo merece», lanzaba Marc.

El ídolo, por su parte, hace tiempo que no se fía del «niño» y duda hasta de que tuviera un póster en su habitación con el número 46 de protagonista. «Habría que verlo, mucha gente me avisó, pero no quería creérmelo. Prefiere que gane Lorenzo antes que yo, porque busca igualarme y si lo hago le sería más difícil».

Poco queda de aquella foto entrañable, porque la competición es despiadada y la ambición de los pilotos, más, como siempre se ha encargado de recordar Rossi, uno de los mayores ídolos del deporte. Tiene fans en todos los rincones del planeta y su figura no va a dejar de brillar por un mal día como el de ayer. Va a seguir siendo el rey y el hombre que convirtió el motociclismo en un verdadero deporte de masas. «Si no fuera por él no estaríamos ahora hablando de motos», admitía un «rossista» de los convencidos. Su carisma y genialidad en la pista subió las audiencias y atrajo patrocinadores por allí por donde pasaba.

A Carmelo Ezpeleta siempre le preguntan por cómo se repondrá el Mundial a la retirada del italiano y precisamente es Márquez el que más se le parece en talento y conexión con la gente. Son dos pilotos geniales, fuera de serie, y ya se ha visto lo que pasa cuando chocan en la pista. Valentino ha tenido muchos enemigos y siempre pudo psicológica y deportivamente con todos ellos. Con Marc se encuentra con su copia más parecida y ahora siente que es el mayor obstáculo para coronarse por décima vez.