Brasil

Neymar pide ayuda

Los brasileños recurren a una psicológa para quitarse la presión y afrontar el partido contra Colombia sin nervios

Neymar / Goleador y estrella brasileña
Neymar / Goleador y estrella brasileñalarazon

Los brasileños esperan impacientes el partido frente a Colombia en Fortaleza. El choque frente a los chilenos dejó muchas dudas en los aficionados que temen un nuevo Maracanazo, mientras el seleccionador Scolari dispara contra el empedrado y se queja de las actuaciones arbitrales, como si hubiera un complot para que la «canarinha» no conquiste su sexto campeonato. Felipao –tercer Mundial en un banquillo– se pone la venda y no hace autocrítica por el juego de los suyos, por algunas de sus decisiones y porque el equipo depende casi única y exclusivamente de Neymar, de su inspiración y de sus goles, aunque ante los chilenos el meta Julio César le echó una mano en los penaltis.

Y es que el rendimiento del equipo es más bajo del que se esperaba. Sin ser una selección virtuosa, al preferir Scolari más músculo que toque y calidad en el centro del campo, los brasileños creían que los jugadores darían un paso adelante. Juegan en casa, cuentan con el apoyo de una «torcida» incondicional y llevan más de dos años preparando la cita. Lo que en principio iba a ser una motivación extra se ha convertido en todo lo contrario. La presión y la tensión se han apoderado de los jugadores y el partido ante los chilenos fue el botón de muestra. Las escenas vividas, antes y después de la tanda de penaltis, reflejan que emocionalmente hay un cierto desequilibrio en el plantel. Las lágrimas de Julio César, las de Neymar, la abstracción de Thiago Silva, sentado en el césped como ausente, corroboran que la selección ha llegado al grado máximo de tensión. Las imágenes de los jugadores relajados, mientras hacen ejercicios en la piscina o cantando en el avión, como si fueran una orquesta, se evaporan cuando se ponen la «amarelha» y saltan al terreno de juego. Una transformación emocional, que ha obligado al entrenador a recurrir a una psicóloga. Regina Brandao es la elegida y ya había hecho un análisis del grupo en su preparación antes del Mundial. Así como sucedió en 2002, la profesional trazó el perfil de cada uno de los 23 convocados. Habla mucho con Thiago Silva y también departe con el resto del plantel en la concentración.

Veremos qué resultado produce el entrenamiento de la mente frente a los colombianos, una de las selecciones que mejor fútbol ha desarrollado hasta ahora. Para los de Pekerman, el examen ante los brasileños puede ser el espaldarazo definitivo. Y para Brasil, Scolari y Neymar, ya recuperado de su lesión, se presenta la ocasión de quitarse los miedos, los fantasmas que les atenazan y desde sus argumentos futbolísticos, en los que Neymar está más solo de lo que se esperaba porque Fred y Hulk le ayudan poco en ataque y los centrocampistas apenas crean juego y se preocupan más de defender que de atacar para no alterar el orden del equipo y desobedecer al jefe Felipao.

Es Brasil un equipo de autor que asume riegos porque la defensa muestra algunas grietas, pese a la calidad individual de Dani Alves, David Luiz, Thiago Silva y Marcelo. Oscar, Paulinho, Ramires, Luiz Gustavo, Hernanes, Willian y Fernandinho –todos los centrocampistas utilizados por el técnico– tampoco han dado la talla.

«En el Mundial no hay elección, hay que vencer a todos los adversarios. Colombia es un gran equipo, está jugando muy bien, Felipao nos pasó todo (informaciones), sabemos sus cosas buenas y estamos preparados. Sólo queremos que la selección brasileña se clasifique», afirmó ayer Neymar, convencido de que no pueden fallar. «Veo todos los partidos y Colombia tiene un gran poderío», dijo el azulgrana, que se conforma con ganar 1-0. «La victoria te da confianza, sea en los penaltis o en el tiempo normal. Por eso nuestra confianza aumentó, aunque sabemos que no hicimos uno de nuestros mejores partidos», argumentó Neymar, que ha tirado del carro brasileño hasta ahora. Mañana necesitará que le ayuden sus compañeros.