Atlético de Madrid

Atlético de Madrid

Segundas partes no siempre son...

La Razón
La RazónLa Razón

¿Sorprende la decisión de Torres? ¿Es oportuna a estas alturas de la temporada?

La marcha de Fernando era la crónica de una muerte anunciada mientras Simeone siga siendo el dueño del banquillo del Atlético. El técnico ya había anunciado que no iba a mover un dedo por la continuidad de El Niño y Torres, persona reflexiva, se ha anticipado a los acontecimientos y a todos, menos a Miguel Ángel Gil, el propietario, su determinación nos ha cogido con el pie cambiado.

¿Debería Torres continuar en el Atlético?

A nivel deportivo ha ido perdiendo protagonismo desde que regresó. Sus dos goles en el Bernabéu en la Copa fueron, de cara al aficionado, su máxima expresión, pero no casó bien con el técnico, que le fue relegando paulatinamente. La relación con Simeone se fue deteriorando ante una hinchada que quería por igual al entrenador y al jugador. En esa lucha de egos, Fernando se ha comportado con una elegancia exquisita y siempre ha puesto el amor a unos colores por encima de cualquier otra circunstancia.

¿Ha sido justo Simeone con Fernando?

Torres estará convencido de que se merecía haber jugado con más asiduidad, especialmente en las dos últimas campañas. Y, por su parte, el técnico argumentará que siempre pone a los que cree mejores para cada partido. De hecho, en la final de Milán ante el Real Madrid El Niño fue titular. Sin embargo, nunca ha gozado de la total confianza del Cholo, que pensará que le dio partidos y oportunidades suficientes para demostrar su categoría, para demostrar que está capacitado para rendir en un equipo que aspira, en teoría, a estar entre los mejores y luchar por los títulos, aunque la verdad palmaria refleja que el Atlético lleva cuatro años (agosto de 2014, Supercopa) sin tocar pelo.

¿Podrá rendir Fernando, a los 34 años, en un equipo con aspiraciones?

La edad no perdona pese a que su nivel físico es muy bueno. Se cuida mucho, va al gimnasio, hace boxeo y está estilizado. El problema es más técnico. Fernando nunca ha sido un prodigio en el control del balón y a la hora de definir, muchas veces, si no lo hace al primer toque, sin pensar, estropea la jugada. Ese ha sido su gran hándicap en los encuentros que ha disputado con el Atlético en esta nueva etapa. La afición se lo ha perdonado casi siempre, pero Simeone ha tomado nota y en el presente curso el protagonismo de Torres se ha reducido. Ha marcado dos goles (Alavés, el del triunfo por la mínima, y a Las Palmas) y le falta uno para completar el centenar en el campeonato de Liga.

¿El no jugar ni un minuto en el derbi ha podido influir en su postura?

La respuesta sólo la tiene él y por sus declaraciones el vaso ya había rebosado antes del choque del Bernabéu. Le hubiera gustado jugar esos quince minutos que le estaba dando Simeone. No hubo oportunidad. Salió ante el Deportivo, pero ante el Sporting de Portugal no rascó bola. El entrenador prefiere a Correa y Gameiro antes que a Fernando.

¿Puede decirse que con Torres segundas partes no fueron buenas?

Uno apostaría por el sí. Él se lo merece todo y debería irse del Atlético por la puerta grande, como fue recibido en su vuelta.