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Sevilla

Sevilla- Sigma: Seis bolos seis

El centrocampista del Sevilla FC Aleix Vidal (i) lucha con Tomas Zahradnicek, del Sigma Olomuc, durante el partido de vuelta del play off de la Liga Europa larazon

Temía el Sevilla las tres rondas previas a las que lo había abocado la séptima plaza liguera pero, como casi siempre sucede en este club últimamente, la verdad del césped ha acallado los grititos de las histéricas. El Ujpest húngaro, el Zalgiris lituano y el Sigma checo eran, con matices estos muchachos de Olomuc que trataban al balón con cierto respeto, tres bandas. Con seis victorias, diecisiete goles marcados y uno encajado ha saldado el equipo de Pablo Machín su camino hacia la Liga Europa, sellado contra este rival checo que mereció más en la ida, pues se hizo acreedor a un mejor resultado, y que también mereció más en la vuelta, llevarse más goles en el saco.

Después de unos minutos de esgrima en los que el Sigma demostró, de nuevo, que sus futbolistas saben mover el balón con criterio, el Sevilla inclinó el campo sobre la portería de Bouchta. En honor a la verdad, deben ser reseñadas dos llegadas de los visitantes, un tiro de Houska y una volea acrobática de Zahradnicek que se marcharon desviados ante la atenta mirada de su compatriota Vaclik, sin duda la mejor noticia del verano hasta el momento. Hizo otro paradón en un achique felino en la segunda parte, cuando ya estaba todo decidido.

Cuando Gonalons inauguró el marcador, a los veinte minutos, una tormenta se estaba abatiendo ya sobre la portería checa. El centrocampista francés, que había avisado con un derechazo seco, pescó un balón al borde del área, recortó y cruzó con la izquierda a la base del poste. Más allá de estas dos llegadas, el partido del romanista fue soberbio: robó, mandó y distribuyó con criterio. Es uno de esos futbolistas que casi todo lo hace y que muestra su pedigrí en cada acción. Ha sido un hallazgo sensacional que dará mucho oxígeno a Banega y al Mudo Vázquez, los dos futbolistas que gestaron el 2-0.

A Machín le gusta ensayar la estrategia y ha mostrado una rica panoplia en estos entremeses estivales. Un córner plano de Banega al segundo poste lo introdujo su compatriota de un frentazo en el área pequeña para que remachase un compañero... o un contrario como Nespor, que confundió a su portero en la salida. Con la eliminatoria del todo decidida, el Sevilla se acordó del compromiso vecinal del domingo en el campo del Betis y, sencillamente, se echó a dormir. Todos menos Nolito, que no jugará el derbi y quería reivindicarse como fuese. No pudo porque, ay, no puede.

La segunda mitad fue un simpático correcalles en el que los futbolistas de uno y otro equipo buscaron más el lucimiento personal que el juego colectivo. En esa lotería, pescó el premio gordo Ben Yedder, el hombre de los números asombrosos que no enamora a los entrenadores. El delantero francés tuvo media hora y se fue con su golito en el zurrón, al aprovechar un contragolpe no demasiado bien conducido por Roque Mesa, que se trastabilló pero dejó una asistencia en la caída. La noticia de la noche, en realidad, era que Quincy Promes estuvo en la grada presenciando el segundo tiempo. El holandés y Portu deben ser los refuerzos de última hora para Machín.