Desde que Ronaldo llegó al Real Madrid ha multiplicado por 3 sus goles en la «Champions»

Fue el otro Ronaldo, hace once años, quien fue sustituido en un partido del Madrid en Old Trafford y al que el público, de pie, le dio una inolvidable ovación. Sucedió el miércoles, con este Ronaldo, que en otro lugar mítico en Inglaterra, Anfield, también vestido de blanco del Madrid, fue sustituido en medio de los aplausos de la grada del equipo rival. Liverpool quedó entusiasmada con el futbolista portugués y con el fútbol que hizo el Real Madrid. 598 pases dieron los de Ancelotti, casi cien más que el equipo local. Fue la mejor versión de un equipo que se empieza a gustar y que tiene en Cristiano a un futbolista fulminante. Es la combinación perfecta, en la que todos, menos los rivales, ganan.

Cuando al principio de la temporada pasada hubo problemas por el juego y los resultados, los futbolistas se reunieron en el vestuario de Valdebebas para solucionar la crisis. Ramos, quien por la suplencia en Liga de Casillas, ejerció de capitán todo el año, no pudo ser más claro en el mensaje que mandó a sus compañeros: todos debían correr y defender. Todos, menos Cristiano Ronaldo, que es el mejor. «Finalmente me decido –decía el inglés y ex del Madrid, Michael Owen–. Ronaldo es el mejor del mundo. Un fenómeno de la naturaleza». Está en un momento que impresiona a quien no se acordaba o tenía una idea equivocada o más bien antigua de cómo era. Ya había jugado en Anfield, pero nunca había marcado un gol. El miércoles hizo uno magnífico, al primer toque, en una posición difícil, tras un pase de James Rodríguez, y los seguidores del Liverpool sólo pudieron admirarle y resignarse a la derrota.

Ronaldo lleva protagonizando temporadas sensacionales desde que llegó al Real Madrid. Lo impresionante es que cada año que pasa mejora el anterior. Él, cada vez que empieza, asegura que su reto es superar sus números. Y lo hace. «Está en el mejor momento de su carrera deportiva. Está metiendo con una facilidad terrible y físicamente anda muy bien», decía ayer Rexach. El futbolista ha madurado, entiende mejor el fútbol y a su cuerpo, sabe cuidarse y elegir los momentos y todo ello, además, sin perder la ambición. Pero, sobre todo, ha encontrado el equipo ideal para desarrollar todo su talento.

No todos los futbolistas tienen esa suerte. A veces, la mala elección de un destino, el preferir el dinero al potencial deportivo hace que entierren su calidad en millones de billetes.

Con el Manchester, Ronaldo jugó dos finales de «Champions»: en total disputó 55 partidos de la máxima competición continental, uno más de los que lleva en el Real Madrid. Pero sólo hizo 16 goles. Desde que llegó al Bernabéu ha marcado 55 tantos. Triplica su marca.

El Madrid ha influido en su mejora y él ha sido fundamental para que el club blanco dé un paso hacia delante tanto en su universalidad como en su competitividad. La última temporada que el Madrid jugó sin Ronaldo terminó con 83 goles, 71 había hecho en la anterior. Desde que llegó, todos los años se han superado los cien tantos. El jugador ideal, en el contexto perfecto. La combinación sólo puede ser ganadora.