Cervezas La Virgen se moderniza para expandirse

Con la inauguración de su nueva factoría en el municipio madrileño de Las Rozas, en la que han invertido 1,6 millones de euros, la compañía de cerveza artesana espera no sólo consolidar su presencia en la comunidad, sino ampliar su distribución nacional e internacional.

La cerveza artesana está de moda. En apenas una década, la industria de la «craft beer», como se la conoce en el mundo anglosajón, ha pasado de casi no existir en nuestro país a colarse en las cartas de los bares y restaurantes más exclusivos. Un fenómeno cultural y gastronómico del que se han servido un buen número de emprendedores para hacerse un hueco en el sector cervecero de la mano de productos únicos, con una cuidada elaboración y enfocados al mercado local.

No es fácil tener cifras exactas de un negocio que se modifica por semanas, en España se calcula que esta industria representa alrededor del 1,1% del mercado de cerveza, según un informe elaborado por BNP Paribas Research, aunque su ritmo de crecimiento invita a pensar que este porcentaje puede acercarse en los próximos años al de mercados donde la cerveza artesana está más consolidada como Estados Unidos, donde ya representa cerca de un 10% de la producción total. «El mercado ha crecido un 300% desde 2008. Hace seis años no existía la cerveza artesanal en España, Barcelona fue el primer lugar donde empezaron a aparecer las microcervecerías», asegura César Pascual, socio y director de marketing, ventas y distribución de Cervezas La Virgen

Esta compañía madrileña es una de las 314 microcervecerías que existen en la actualidad en nuestro país, frente a las apenas 21 presentes en 2008, según los datos de Cerveceros de España, que agrupa a grandes productores como Heineken España o Mahou-San Miguel. Fundada en Las Rozas en 2011 por un grupo de veinteañeros que decidieron volver a casa y dejar sus trabajos en el mundo del marketing en San Francisco, la compañía se ha consolidado en apenas cuatro años como la cervecera artesana líder en la Comunidad de Madrid. «La cerveza artesana como producto de proximidad tiene más sentido en lo local, y nosotros nos hemos focalizado en Madrid», explican.

Renovación

La gran acogida que ha tenido la «craft beer» entre los consumidores ha empujado a la compañía a ampliar su fábrica para dar salida al importante aumento de la demanda registrada en los últimos años. Las nuevas instalaciones, que cuentan con una superficie útil de más de 2.000 metros cuadrados y en las que se han invertido 1,6 millones de euros, permitirá ampliar la producción hasta los 400.000 litros de cerveza pura en 2016. Asimismo, La Virgen va a trasladar hasta esta instalación toda su producción, compuesta por seis tipos de cerveza diferentes: tres estacionales (negra, veraniega y de castañas) y otras tres de fermentación anual (Madrid Lager, Jamonera y Madrid 360). En total, alrededor de 3.000 litros de cerveza se producirá cada día en la nueva fábrica de Las Rozas.

La apertura de la nueva factoría también ha supuesto para Cervezas La Virgen la incorporación a la compañía de nuevos trabajadores hasta alcanzar una plantilla total de 30 personas. «Se trata de una de las fábricas más grandes y avanzadas de España y está pensada no sólo para abastecer Madrid sino para ir creciendo en paralelo en el mercado nacional e internacional», subraya César Pascual.

En este sentido, y pese a que el ámbito preferido por las microcervecerías es el local, desde la compañía esperan encarar en los próximos años su desembarco en el resto de España e incluso ampliar su negocio fuera de nuestras fronteras. «El mercado local siempre será especial pero hay que abrir fronteras. Los mercados más interesantes y los primeros en los que intentaremos aterrizar son Cataluña, Comunidad Valenciana, Santander y País Vasco», explica el socio de La Virgen, que añade: «Los años 2016 y 2017 se plantean muy interesantes para aumentar la distribución a nivel tanto nacional como internacional».

Una cerveza artesanal está hecha con los mismos ingredientes que una industrial: agua, malta, lúpulo y levadura. A partir de ahí, empiezan las variantes, que son prácticamente infinitas. Además, por lo general estas cervezas no están pasteurizadas –la caducidad suele durar un plazo de meses– lo que convierte la distribución en uno de los principales caballos de batalla para estas marcas. «Para expandirte o bien replicas el modelo que has estado haciendo en tu localidad o recurres a distribuidores nacionales. Nuestro trabajo es seleccionar una distribuidora que entienda este concepto y que sepa comercializarlo bien», indica Pascual. Los productores tratan de encontrar posicionamiento en locales que buscan una alianza con la gastronomía y los maridajes. Abrir licencias y adquirir materias primas, con una legislación y volúmenes pensados para las grandes firmas industriales, se plantea como otro de los obstáculos.

Cervezas La Virgen confía mantener en 2016 la buena evolución registrada estos cinco años –con crecimientos del 100% anuales– y esperan seguir arañando, poco a poco ,cuota de mercado a las grandes compañías cerveceras. «Nuestra competencia real son las grandes cerveceras a las que estamos quitando cuota de mercado. En España el mercado de la cerveza artesanal va a seguir creciendo y las compañías industriales le empiezan a ver las orejas al lobo», subraya César Pascual. Además, prevén que en los próximos años, una vez que la moda de la cerveza de autor vaya perdiendo fuerza, el sector se concentre y se reduzca a apenas cuatro o cinco los productores artesanos. «Se ha puesto de moda y hay mucha gente que produce cerveza. Como toda moda pasará y acabarán sólo unos pocos. De las alrededor de 300 microcervecerías que existen en estos momentos, se podrán contar con los dedos de una mano las que quedarán en los próximos seis años», concluye.