El Banco de España cree que el plan de Rato resolvía las dudas sobre Bankia

El Banco de España cree que el primer plan presentado por el equipo de Rodrigo Rato y aprobado en abril de 2012 por el supervisor resolvía las dudas sobre el futuro de Bankia, aunque eso no quita que fuera necesario tomar medidas adicionales.

Según fuentes jurídicas consultadas hoy por Efe, el ex director general de supervisión del Banco de España Jerónimo Martínez Tello ha explicado ante el juez del "caso Bankia", Fernando Andreu, que las dudas sobre el grupo comenzaron en octubre de 2011, meses después del debut bursátil de la entidad.

El principal motivo de estas dudas, compartidas por el Banco de España y Deloitte, era el impacto que tenía sobre BFA -matriz de Bankia- la salida a bolsa del banco y los créditos fiscales, cuestiones que se debatieron con los responsables de la entidad.

Así, ya a principios de 2012, el Banco de España consideró que estas incertidumbres se disipaban con el plan diseñado por Rato y por ello, a mediados de abril, el supervisor dio su visto bueno con una serie de condiciones.

Lo curioso es que inmediatamente después de eso el Fondo Monetario Internacional (FMI) emitió un avance de su informe sobre la banca española en el que, sin citar a Bankia, decía que era "crítico"que adoptara "medidas prontas y decisivas para reforzar su balance y mejorar su gobernanza", al tiempo que la agencia de medición de riesgo Moody's rebajaba la calificación del grupo.

A juicio del ex director general de supervisión del Banco de España, y siempre según las fuentes consultadas, en ningún momento se cuestionó la capacidad de Rato para seguir liderando el grupo, pero sí se recomendó a la entidad un plan más ambicioso.

Fue así como Bankia rediseñó su estrategia y barajó pedir una ayuda de 7.000 millones de euros con la que recapitalizar el grupo y tratar de calmar a los mercados.

Aunque el Banco de España no llegó a estudiar en profundidad este nuevo plan, Tello ha considerado que la cifra era correcta, si bien en su declaración como testigo en la Audiencia Nacional ha puntualizado que, "a veces, lo correcto no es lo más oportuno", en alusión a las dudas que se habían generado en esas semanas.

En este sentido se ha aventurado a decir que la ayuda que él hubiera reclamado habría ascendido a entre 9.000 y 10.000 millones, es decir, muy por debajo de los 19.000 millones que pidió finalmente Bankia tras la marcha de Rato.

El ex director general de supervisión también ha insistido en que las cuentas de Bankia del ejercicio 2011 presentadas en marzo de 2012 eran "correctas"desde el punto de vista contable, aunque eso no es incompatible con que el nuevo equipo de Bankia optara después por modificarlas porque se habían producido hechos sobrevenidos.

Para el Banco de España, que hoy ha reconocido que impulsó la fusión de Caja Madrid y Bancaja, los saneamientos llevados a cabo en el momento de la creación del grupo iban a ser suficientes para dos ejercicios siguientes siempre que no empeorara la situación económica.

La realidad fue muy distinta porque el país entró en una doble recesión, "dos riadas", a juicio del ex director general de supervisión del Banco de España, que pusieron en apuros a Bankia, pero que en ningún caso hicieron pensar que fuera imposible que Rato reflotara la entidad.