Economía
El oro brilla como activo refugio
Desde principios de año ha repuntado cerca del 25%, y hay expertos que sitúan el precio de la onza en 1.600 dólares en 2017
Desde principios de año ha repuntado cerca del 25%, y hay expertos que sitúan el precio de la onza en 1.600 dólares en 2017
La aversión al riesgo ha vuelto entre unos inversores que buscan a toda prisa refugios donde protegerse frente a las tempestades del mercado. Y más allá de decantarse por la deuda pública alemana y suiza, el oro ha recuperado quilates y buena parte del brillo que perdió tiempo atrás. De hecho, tras el Brexit la onza marcó máximos desde marzo de 2014 en los 1.370 dólares y, según los expertos, pronto podría alcanzar los 1.400. Aun así, a comienzos de semana, registraba mínimos de 15 días después del golpe fallido en Turquía.No obstante, los fondos que invierten en oro han sido estrellas del año, con revaloraciones que superan el 110% en 2016. Y es que este metal precioso ha repuntado cerca del 25% durante el presente ejercicio. Tradicionalmente, en los momentos de mayor inestabilidad política, presiones económicas o de inflación, las clases de activos considerados como refugio ganan protagonismo, ya que los inversores buscan minimizar pérdidas y estabilizar sus carteras. Y los metales preciosos como el oro y la plata son algunos de los preferidos.
Inversores
Marisa Cabrita, gestora de activos de Orey Financial, explica que, pese al aumento de los tipos de interés a finales de 2015, la Reserva Federal estadounidense contribuyó a disminuir la demanda de metales preciosos como refugio, porque «se reduce el valor futuro de la inversión». Sin embargo, a principios de año, la devaluación del yuan y los temores sobre el crecimiento de la economía china actuaron de nuevo como factores de riesgo, lo que incita a los inversores a buscar refugio. El Brexit constituye una amenaza sin precedentes. La incertidumbre que ha causado, tanto a nivel político como económico, representa un factor que está impulsando a adoptar patrones de inversión más defensivos, que se reflejan en el aumento de la demanda de activos vistos como refugio. El oro, durante este siglo, ha negociado en una fuerte tendencia al alza y registró un pico en septiembre de 2011, en niveles de 1.920 dólares por onza. Desde entonces, el precio ha iniciado un movimiento correctivo, y los 1.811 dólares por onza podrían ser un objetivo primordial, según la proyección de Fibonacci. Si antes de la quiebra de Lehman Brothers la onza de oro cotizaba en torno a los 600 dólares, ahora hay expertos que sitúan el precio en 1.600 dólares en 2017. La gestora de activos de Orey Financial apunta que la apreciación del dólar estadounidense, la disminución de las expectativas de inflación y las normas económicas dieron lugar a un movimiento correctivo hasta los 1.050 dólares en diciembre. Pero Cabrita admite que hoy en día, en plena efervescencia de algunas incertidumbres, «los inversores vuelven a ver un brillo en el oro y añaden posiciones». Por ello, siempre y cuando los factores que sustentan la aversión al riesgo se mantengan, el rally alcista del oro puede continuar un tiempo.
Por su parte, Ole Hansen, jefe de estrategia de materias primas de Saxo Bank, sostiene que las políticas monetarias implementadas por los principales bancos centrales han empujado a la baja los rendimientos de los bonos a nivel global. Un número cada vez mayor de bonos soberanos pasó a rendimientos negativos, eliminando el coste oportunidad del oro como alternativa. No obstante, la salida de Reino Unido de la Unión Europea ha llevado su cotización en volandas. Hansen afirma que se ha visto el suelo en el precio y que, tras un periodo de consolidación en el que los «hedge funds» con una posición larga neta récord se pusieron cómodos, la posibilidad de una recuperación del oro se extiende hacia el máximo de 2014, en 1.400 dólares por onza. En cualquier caso, su pronóstico para fin de año es de 1.350 dólares por onza.
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