Cataluña
Fitch degrada a Cataluña a bono basura por la desconexión soberanista
La agencia de calificación de rating considera que el proceso independentista aprobado el lunes añade nuevas tensiones a las relaciones con el Gobierno y a su financiación futura.
La agencia de calificación de solvencia Fitch rebajó ayer en dos escalones el rating de Cataluña, desde «BBB-» a «BB», lo que supone la consideración de «bono basura» para los inversores. Con esta nueva nota, Fitch se suma a las otras dos grandes agencias en la catalogación de las emisiones a largo plazo de la comunidad autónoma. En concreto, Standard & Poor’s tiene otorgada a Cataluña una nota «BB-» y Moody’s, «Ba2», en ambos casos dentro de las inversiones de grado especulativo.
Según el informe que ha justificado la decisión, la aprobación de la resolución para iniciar formalmente el proceso de independencia el pasado lunes provocará, sean cuales sean las medidas que adopte el Gobierno central, «un aumento de las tensiones entre las dos administraciones».
Además de la vertiente meramente política, la agencia Fitch señala que Cataluña necesitará fondos para financiar el déficit presupuestario previsto para este año, equivalente al 2% del Producto Interior Bruto de la región. Considera que la situación de liquidez de la autonomía es muy frágil, aunque confía en que continuará recibiendo el apoyo del Fondo de Liquidez Autonómica. Uno de los principales problemas que ve Fitch es el tamaño de la deuda de la región, casi tres veces superior a su presupuesto, lo que hace incompatible seguir manteniendo su anterior calificación de «BBB-» que mantienen todas las comunidades autónomas españolas que se benefician de las diversas medidas de liquidez que proporciona el Gobierno central.
El pasado 28 de septiembre, apenas un día después de la celebración de las elecciones al Parlamento de Cataluña, Fitch emitió un comunicado advirtiendo de la posibilidad de reevaluar su calificación crediticia. El año pasado, la agencia rebajó la perspectiva de la nota a negativa como consecuencia del llamamiento unilateral de la región para una consulta no vinculante sobre su pertenencia o no a España.
Cataluña se ha beneficiado en los últimos años de las acciones de apoyo del Gobierno central a través del FLA, toda vez que sus notas hacían inviable la posibilidad de financiarse en el mercado mayorista. En sus últimos comentarios del comunicado de ayer, Fitch advierte de que, en función de cómo evolucione el conflicto de intereses con la Administración central, podría rebajar aún más la nota, siempre asumiendo que la región seguirá teniendo acceso al dinero del FLA y de que en la actualidad el proceso independentista no afectará a la actividad económica.
La agencia no tenía previsto en su calendario ninguna evaluación de la nota de Cataluña, pero se ha saltado una de las normas básicas en este tipo de empresas por considerar que existe un cambio sustancial que puede afectar a la solvencia del emisor. Tanto Moody’s como Standard & Poor’s habían calificado como inversión de grado especulativo la deuda de Cataluña desde 2012. Sólo Fitch la había mantenido por encima de los denominados «bonos basura» por el mercado debido a las garantías de financiación que ofrece el Gobierno a través del FLA.
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