Agricultura
La PAC cumple años con el peligro de su renacionalización
El sábado se celebra el 60 aniversario de su creación con el Tratado de Roma.
El sábado se celebra el 60 aniversario de su creación con el Tratado de Roma.
La Política Agraria Común (PAC) de la actual Unión Europea (UE) va a celebrar su sesenta cumpleaños inmersa en un proceso de renacionalización encubierta, que hace que cada vez sea menos común y más nacional, algo muy peligroso para su futuro. Efectivamente, el próximo sábado, 25 de marzo, se cumplen sesenta años desde la firma de los dos Tratados de Roma. En uno de ellos se establecía la creación de la Comunidad Económica Europea (CEE) y también de la PAC. Nació con tres grandes objetivos: garantizar la seguridad alimentaria de los europeos tanto en cantidad como en calidad, ya que todavía perduraba en el recuerdo colectivo el hambre de la II Guerra Mundial y de la postguerra; conseguir precios de los productos agrarios remuneradores para los agricultores y ganaderos y, por último, que esas mercancías tuvieran un coste asumible para los consumidores.
Dos bandos enfrentados
Se puede decir que ha sido la única política común de verdad que ha existido a lo largo de estos sesenta años. El problema radica en que ahora es cada vez menos «común» y más «nacional», lo que supone un claro peligro para su futuro a medio plazo. Los estados miembros de la UE se pueden dividir en dos grandes grupos desde la óptica de la PAC: los que son partidarios de mantenerla, como España, Francia, Italia o Polonia, por citar tan solo algunos, y los «enemigos» de la misma, entre los que figuran Reino Unido (ya de salida de la UE), Holanda, Dinamarca o Suecia. Sostienen estos últimos que si cada vez se concede más libertad a los países para gestionar la aplicación de esta política, por lo que es menos común, también parece lógico que cuente con menos financiación de las arcas comunitarias y que ese dinero se destine a otras actividades.
Ese debate, que ya se ha planteado en ocasiones anteriores, cada vez con más fuerza, está resurgiendo ahora que comienzan los preparativos y las negociaciones de la que podría ser la segunda gran reforma en profundidad de la PAC. Cuando se creó, ésta se basaba en un régimen de apoyo a los agricultores y ganaderos a través de dos instrumentos: los precios mínimos garantizados para una serie de productos que se negociaban cada año y las compras en régimen de intervención por parte de un fondo europeo creado al efecto. Este esquema duró más de treinta años hasta que, a principios de la década de los noventa, se registró la primera gran reforma. Se estableció un esquema de ayudas por superficie –desvinculadas en su mayor parte de la producción– basadas en referencias de rendimientos históricos, que ya ha quedado desfasado. De ahí que se vislumbre una segunda reforma en profundidad de la PAC.
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