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EE UU aplaza la subida de tipos ante la incertidumbre en China y Brasil

La presidenta de la Fed, Janet Yellen.
La presidenta de la Fed, Janet Yellen.larazon

La Reserva Federal retrasa la subida del precio del dinero por el impacto de la «situación exterior», que aconseja prudencia.

Tenía que anunciar ayer por fin su decisión sobre los tipos de interés, difícil, problemática e incluso tortuosa. Se había calculado todo al milímetro. Primero, se hizo pública la decisión de dejarlos inalterados entre el 0% y el 0,25% y, más tarde, la presidenta de la Reserva Federal (FED), Janet Yellen, compareció ante los periodistas para explicar lo que ya sabían tras la reunión de dos días con el comité de mercados abierto de la Reserva Federal (FOMC, por sus siglas en inglés), el organismo encargado de dictar la política monetaria. De forma simultánea, desde la FED también se emitió un comunicado con las previsiones económicas.

Como esta previsto, Yellen anunció ayer el «no anuncio». Que las tasas seguirán como hasta ahora. Al principio, se limitó a repetir el comunicado emitido a las dos de la tarde (ocho en España). Después de media hora, compareció ante los medios de comunicación a las dos y media (ocho y media) con el fin de dar tiempo a los mercados para digerir el comunicado.

Yellen indicó que la FED subirá los tipos de interés este año a pesar de la incertidumbre en las economías globales y los mercados financieros. «La confusión puede frenar la economía de Estados Unidos de alguna manera», reconoció, al tiempo que admitió que la inflación permanecera por debajo de los objetivos durante años. «La situación en el exterior aconseja una vigilancia estrecha», aseguró Yellen en la rueda de prensa posterior a la reunión sobre política monetaria en EE UU.

Yellen explicó esta circunstancia debido a la bajada de los precios del petróleo en los mercados internacionales y la apreciación del dólar. «Va a llevar más tiempo que estos efector desaparezcan», confirmó ayer ante la atenta mirada de los periodistas. Además, también indicó en un lenguaje muy medido que «la economía de Estados Unidos tiene una buena actuación, y la FED espera que siga así».

Las proyecciones emitidas ayer además reflejaron que se espera que el crecimiento económico sea lento tanto en 2016 como en 2017. Mientras, manejan unas cifras de crecimiento del 2,2% y del 2,3% por debajo de las estimaciones precedentes del 2,7% y del 2,5%, respectivamente. Yellen también apuntó que los «factores transitorios» que se encuentran detrás de la baja inflación «todavía tardarán un tiempo en desaparece».

Aun así, ya habían indicado que la normalización de estos tipos de interés iba a ser una de las más lentas en los ciclos alcistas llevados a cabo en la FED. De esta forma, Yellen tuvo que elegir cuándo debía llevarse a cabo.

Ayer los corredores de bolsa Nueva York estuvieron pendientes de la reunión en Washington. Nunca creyeron del todo la posible subida de tipos de la FED.

Desde Wall Street también reconocieron que esperaban una explicación de la decisión de la FED, desde donde se dijo en el pasado que para subir los tipos de interés se necesitaban unas cifras bajas de desempleo. La inflación no está al nivel que Washington quiere. Pero el mensaje que se mandó a los mercados es que era temporal.

Ayer en Wall Street se manifestó una gran división sobre si debía subir el precio del dinero por primera vez en nueve años. Sin embargo, esperaban el incremento en octubre. Yellen podía cumplir su palabra de que el aumento se iba a producir antes de finales de este año, al tiempo que daba más margen a la economía estadounidense para fortalecerse un poco más. En un principio, se defendió que la FED sólo se debía mover cuando el mercados estuviese preparado.

En cambio, se reconoció que quizá ayer fuese el mejor momento. Lo que estos días hizo dudar a Yellen fue la incertidumbre en China y la inestabilidad en los mercados. Realmente queda una pregunta en el aire, ¿es posible que se presente ante la FED un escenario perfecto para subir el precio del dinero?