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«La subida moderada del IVA puede ser compensada por un aumento del dinero en el bolsillo de los contribuyentes»

Entrevista a Manuel Lagares, presidente de la Comisión de Expertos para la Reforma Fiscal. «Este sistema fiscal es una especie de queso gruyère: tiene demasiados agujeros y hay que taparlos». «La subida moderada del IVA puede ser compensada por un aumento del dinero en el bolsillo de los contribuyentes»

Manuel Lagares
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Entrevista a Manuel Lagares, presidente de la Comisión de Expertos para la Reforma Fiscal. >> «Este sistema fiscal es una especie de queso gruyère: tiene demasiados agujeros y hay que taparlos» >> «La subida moderada del IVA puede ser compensada por un aumento del dinero en el bolsillo de los contribuyentes»

¿De las multiples recomendaciones que recoge el informe del comité de expertos, cuál cree que es la que más puede aportar a la recuperación del país?

Es muy difícil esa pregunta. Yo diría que todas las propuestas que están dentro del IRPF son fundamentales. Y las que están en el impuesto de Sociedades también. Las otras son también importantes porque complementan las anteriores, pero no tienen brillo por sí mismas. El motor del crecimiento y del empleo será la reducción del IRPF y del impuesto de Sociedades.

Diversos estudios reflejan que una subida del IVA lastra el consumo. ¿Es cierto?

Depende de cómo. Una subida del IVA en unas condiciones depresivas puede ser muy negativa respecto al consumo. Un alza no excesiva del impuesto, en una condición algo más expansiva de la economía, podría ser compensada por un aumento del dinero en el bolsillo de los consumidores. Lo importante es que se tenga dinero para pagar 110 o para pagar 100 solamente. Quizá en esas condiciones lo más importante sea la cantidad de dinero en el bolsillo. Y todo lo que haya detrás se borra. A mí un empresario del comercio al por menor me decía que lo importante no era tanto el precio de las cosas como el dinero que la gente tiene en el bolsillo para comprar, que las decisiones de compra a veces no se hacen por el precio, ya que no siempre cambia tanto. Mire, si subimos el precio un 10% del IVA, supongamos que los pasamos del 10% al 20%, un producto que vale cien valdría 110. Pero lo importante no es que valga 100 o que valga 110. Lo importante es que se tenga dinero para pagar 110 o para pagar 100 solamente. Es importante el efecto del IVA, sí, sin duda, pero más importante es el del dinero en el bolsillo.

El sector de bebidas espirituosas critica la política tributaria porque piensa que se les discrimina con respecto a cerveza y vino...

Nosotros proponemos que en vista de que se ha puesto un impuesto al vino en Francia, se estudie también en España. Y con la cerveza, lo mismo, digo yo.

Sociedades recauda hoy más que hace tres años. ¿Cree que la rebaja del tipo nominal y la supresión de deducciones conseguirá prolongar esta tendencia alcista?

En Sociedades, las reformas que se han hecho este año pasado han sido muy importantes y están mejorando la recaudación. La evolución del impuesto va relacionada con el ciclo económico porque éste afecta a todos los impuestos. Si se continúa en esa línea de reforma aunque sea cambiando algunas cosas, pienso que va a consolidarse también la recaudación de Sociedades. La reducción de tipos del 30% al 25% se podría acometer sin riesgo para el déficit público.

¿Los cambios que propone el comité de expertos redundarán en un incremento fiscal de los hidrocarburos?

El comité de expertos no propone aquí por criterio propio, sino por lo que va a obligar la directiva de la Comisión Europea que se aprobará en los próximos meses. Esa directiva va a obligar a dos cosas: primero, a que se valore el impuesto de los hidrocarburos en función de la capacidad energética, además de la capacidad de emisión de dióxido de carbono y de las partículas carboníferas de cada hidrocarburo. El diésel va a tributar más en toda Europa, no sólo en España.

¿Qué futuro recomienda para el impuesto sobre las labores del tabaco?

Simplemente, que no pierda peso respecto al precio, es decir, que si suben los precios del tabaco suba también la tributación para que guarde la misma proporción precio e impuesto. No pedimos más. Y después, es importante que se equilibre la tributación de las distintas labores para que no haya trasvase entre labores. Como se subió el precio de los cigarrillos, la gente empezó a liar picadura. Como la picadura subió, la gente empezó a cortar hebras de tabaco de pipa para transformarlo en picadura. Y después, al contrabando. Hay que controlar todos esos factores. Si el precio sube demasiado y los impuestos suben demasiado es un incentivo para el fraude y para el contrabando. No queremos subirlo más, pero que se mantenga el peso sobre el precio. Si el precio sube, que también lo haga el impuesto.

¿Con qué sectores afectados por la futura reforma fiscal se han reunido los expertos?

No nos hemos reunido con ninguno, pero hemos recibido informes de todos y los hemos leído detenidamente.

¿Cuál es el objetivo de la reforma fiscal?

La reforma es para impulsar el crecimiento y el empleo y para no perder de vista el déficit. Pretende mayor justicia a través de quitar agujeros fiscales o recaudatorios. Este sistema tributario es una especie de queso gruyere, tiene muchos agujeros fiscales. Vamos a tapar boquetes para que no se escape fuerza recaudatoria.

El Gobierno ha realizado la mayor sucesión de subida de impuestos de la historia. ¿No cree usted que la reforma fiscal anunciada escenifica en cierta medida el fallo de la política tributaria de este país durante la crisis?

No. Lo que escenifica la reforma fiscal es otra cosa. Este Gobierno entró y se encontró con un déficit que nunca jamás habíamos conocido. Yo llevo estudiando Hacienda Pública desde mi juventud, llevo toda la vida en este ámbito. He sido profesor de Hacienda Pública, catedrático de Hacienda Pública e inspector de Hacienda Pública, funcionario del ministerio de Hacienda... Incluso cuando me he salido de este sector, he seguido como catedrático de Hacienda y he seguido asesorando desde el punto de vista fiscal a un conjunto de entidades. Pues bien, este país no había tenido nunca un déficit del 11,1% del PIB, y creo conocer bien las liquidaciones presupuestarias desde 1850. Estamos hablando de más de siglo y medio. Nunca había habido un déficit de esa cuantía. Cuando entró este Gobierno a finales de 2011 se encontró con que el déficit era aún superior al que aparentemente se conocía. Hay que ponerse en la situación de finales de 2011 y principios de 2012, con ese déficit público encima y un sistema financiero absolutamente deshecho, con la amenaza de intervención inmediata de la economía española, porque nuestra situación ponía en peligro el euro. No cabe duda de que había que actuar con rapidez y esa actuación no podía ser otra que la subida de impuestos para contener el déficit. Por eso el Gobierno, con buen sentido, subió entonces los impuestos. La UE no podía transigir con otra alternativa.

¿Qué opina de la reacción del Gobierno?

Como le he dicho, no había otra salida. Se tuvo que agarrar a un clavo ardiendo y hacer lo que no estaba en sus proyectos: aumentar los impuestos.

¿Por qué no se recorta más gasto público?

La disminución del gasto público es mucho más lenta, pero hay que hacerla porque en mi opinión esa es la auténtica solución, pero insisto, es mucha más renta. El gasto público son sustancialmente funcionarios y sueldos de empleados públicos. Cuando se decide reducir empleados públicos las leyes obligan a pagarles una pensión y un despido, y al final el gasto que se reduce no es tan amplio. A la larga, sin embargo, no cabe duda de que la reducción del gasto es lo más importante y lo más eficiente. A mí me gustaría que el ajuste de gasto se hiciera más rápido y sin duda se puede hacer más, pero lleva su tiempo. El Gobierno tiene el compromiso de hacerlo. En el programa de Estabilidad Presupuestaria que se envió en abril a la Unión Europea, se comprometió a bajar el gasto público y a dejarlo en el 39,5% o 39,7% del PIB, o cerca, a finales del año 2016, manteniendo los impuestos en el 37% o el 38%. Eso es lo que tiene que hacer.

Aznar también tardó dos años en realizar su reforma, ¿en qué se parece este escenario al de entonces?

Ahora es el momento de la reforma fiscal porque la situación económica empieza a cambiar. Y en este momento de cambio es cuando hay dar un impulso a la propia coyuntura económica. Yo recuerdo perfectamente lo que ocurrió en el año 98. Veníamos de una crisis importante del año 96. En 1996 cambia el Gobierno pero en ese momento no hace la reforma fiscal. Deja pasar todo el año 96, el año 97, y nombra la comisión para la reforma del impuesto sobre la renta, que entrega su informe a principios del 98, el proyecto de ley se discute a lo largo de todo el año 98 y entra en vigor el 1 de enero del 99. Cuando la coyuntura económica estaba empezando a cambiar, porque si se hubiera anticipado la reforma cuando la coyuntura hubiera estado descendiendo creo que los efectos hubieran sido nulos. Si hace usted una reforma cuando la coyuntura va para abajo, le garantizo que no hay reforma que sea capaz de cambiar la coyuntura.

¿En qué falló Zapatero?

Intentó enfrentarse con la coyuntura con aumentos de gasto público como el plan E, con reducciones de impuestos, etc. Quizá pensando que la crisis era pequeña y que se podía atacar con éxito con esas medidas. El resultado es bien conocido.

La renta se puede ocultar, pero la riqueza difícilmente. El dinero siempre acaba aflorando»

-¿Cuál cree que es la propuesta más importante contra el fraude fiscal?

–Yo soy furibundo partidario de suprimir todos los métodos de estimación objetiva, como los módulos, los regímenes de equivalencia en el IVA... Todas esas cosas se hicieron en su momento porque en España los datos de la gente y de los pequeños negocios no estaban computerizados. Hoy en día una contabilidad elemental la lleva usted con un teléfono móvil. Entonces, olvidémonos de los métodos objetivos. Vayamos a las declaraciones sobre la base de la contabilidad. Una contabilidad razonablemente controlada a través de procedimientos informáticos. Cualquier establecimiento de venta al por menor tiene su caja conectada con la central bancaria de las tarjetas. ¿Por qué no puede tener conectada esa misma caja con la Agencia Tributaria a través de la factura electrónica? Si empezamos a hacer eso, sería una gran medida. Por otra parte, yo siempre digo que la renta se puede ocultar, pero la riqueza difícilmente. El dinero acaba aflorando. Tenemos una información de primera mano sobre bienes inmuebles, depósitos bancarios. Sabemos perfectamente quién compra y quién vende acciones, deuda, obligaciones. ¿Por qué no lo vamos poniendo en común y vamos realizando el análisis de esas transacciones? Y que todos se retraten y paguen, porque a los que pagamos encima nos sienta muy mal que nos tomen por tontos.

«Zapatero me consultó sobre su reforma fiscal del año 2006»

Además de ser el «padre» de las reformas del IRPF realizadas durante el Gobierno de Aznar, Manuel Lagares, catedrático de Hacienda Pública, presume de haber preparado con Enrique Fuentes Quintana «una reforma que hoy está en el Museo del Ministerio de Hacienda, el libro verde del 73». Zapatero también le consultó sobre los cambios tributarios de 2006 y diseñó en su día el sistema fiscal de Canarias.