Las hipotecas, primeras beneficiadas por la bajada de tipos

Cuando todo hacía presagiar que el recorrido a la baja de las cuotas hipotecarias estaba próximo a su fin, surgió Mario Draghi. El tiempo juzgará si las decisiones del presidente del BCE han sido las adecuadas para sacar a Europa del lodazal en el que todavía está embarrada, pero lo que es innegable es que cuando pronunció aquella frase ya mítica de «haré lo que sea necesario para salvar el euro y, créanme, será necesario», no lo decía por decir y que, cuando así lo cree oportuno, está arriesgando con decisiones que, por el momento, han tenido efectos positivos. Primero, lanzó un plan preventivo para que el BCE compre de forma masiva la deuda soberana de un país en apuros si es preciso y salvó a España de un casi seguro rescate. Y ahora, cuando la recuperación es todavía incipiente, ha rebajado los tipos de interés al 0,25% y ha dado un respiro a miles de hipotecados. Al menos en España. El euribor, el indicador al que están referenciadas la mayoría de las hipotecas en España, cayó ayer 28 milésimas en tasa diaria, hasta el 0,506%, alcanzando el nivel más bajo desde el 19 de junio. Se trata de la mayor caída desde noviembre de 2011, cuando retrocedió seis décimas después de que, también por sorpresa, Draghi bajase los tipos hasta el 1,25%.

El desplome es la reacción lógica a la rebaja de tipos, pues el euribor se mueve siempre en tasas próximas a las del precio oficial del dinero, lo que le ha llevado a reaccionar de inmediato a la bajada. Si cerrase el mes en la tasa que marcó ayer, que es ligeramente inferior a la media del 0,529% que lleva acumulada en lo que va de noviembre, supondría una rebaja media de unos 3 euros mensuales para una hipoteca media de 120.000 euros a 20 años. Lo importante en este caso no son los tres euros mensuales de ahorro en la cuota sino el cambio de tendencia que suponen. En los últimos meses, el euribor había empezado a apuntar una línea ascendente que presagiaba una subida en las hipotecas que ahora se aleja.

Proyección

Los expertos creen que lo sucedido ayer es sólo el comienzo de un retroceso todavía mayor. Daniel Pingarrón, estratega de mercados de IG Markets, prevé que el indicador se posicione «unas décimas» por encima del 0,25%, posiblemente en el entorno del 0,3%, para después mantenerse. Si el euribor llegara a descender hasta el 0,25%, una hipoteca de 150.000 euros a 30 años a un interés de euribor más el 1% comportaría un ahorro anual de 240 euros para el titular del crédito.

Las hipotecas no van a ser las únicas beneficiadas del movimiento de Mario Draghi. La rebaja de tipos hace menos atractiva la inversión en euros, por lo que la moneda única se está empezando a devaluar con respecto al dólar, convirtiendo las exportaciones de la eurozona en más atractivas. Ayer, el euro continuó cayendo y cotizaba a 1,336 dólares, frente a los 1,3382 del día anterior.

José Manuel González-Páramo, ex consejero del BCE, apuntó que, además del euribor y las exportaciones, el crédito también podría beneficiarse de la bajada de tipos. No obstante, comentó que más allá del movimiento del BCE con los tipos, también resulta importante que el Eurobanco decidiera el jueves alargar hasta el verano de 2015 la financiación a interés fijo a los bancos europeos.

La bolsa, plana

Lo que Draghi de momento ha descartado son nuevas macroinyecciones de liquidez a largo plazo (LTRO, por sus siglas en inglés), decisión que desinfló la euforia que vivieron los mercados en los momentos inmediatamente posteriores al anuncio de la rebaja de tipos. Ayer, las bolsas mundiales vivieron una jornada ajena ya por completo a Fráncfort. Huérfana de grandes referencias, la bolsa española consiguió terminar la sesión con una subida del 0,07 por ciento propiciada por el avance de Wall Street. El principal indicador del mercado nacional, el Ibex 35, subió 6,80 puntos, hasta 9.747,20 puntos, mientras que en la semana pierde el 0,93%. En cuanto a las bolsas europeas, subieron Milán, el 0,52 por ciento, y Londres, el 0,17 por ciento. Bajaron París, el 0,48 por ciento; el índice Euro Stoxx 50, el 0,27 por ciento, y Fráncfort, el 0,03%.

La Bolsa española empezó el día bajo el nivel de 9.700 puntos, con unas pérdidas moderadas condicionadas por la caída cercana al 1% de Wall Street en la víspera. Los datos de la balanza comercial china y alemana ayudaron a que la Bolsa remontara esa cota y consiguiera pequeñas ganancias una hora después de la apertura. Después, volvió a registrar pérdidas, que mantuvo durante cinco horas y que remontó al final de la sesión gracias a la subida de Wall Street. La bolsa neoyorquina abrió con la noticia de que la economía estadounidense había creado 204.000 puestos de trabajo en octubre, pero también con el dato del retroceso de la confianza de sus consumidores. Pese a este mal dato, Wall Street avanzaba alrededor del 0,5% y se volvía a acercar a máximos históricos, lo que permitía que la Bolsa española escapara de las pérdidas al final de la sesión.

En el mercado de deuda, la prima de riesgo española se redujo en dos puntos básicos hasta cerrar la sesión en 235, a pesar de la tendencia alcista del bono español a diez años, que se mantiene por encima del 4%. El rendimiento del bono español a diez años remontó hasta el 4,104%, desde el 4,060% que marcó en la apertura, mientras que la rentabilidad de su homólogo alemán, cuya diferencia con la del español mide el riesgo país, se ha elevado hasta el 1,756%. Los seguros de impago de deuda –credit default swaps o CDS– cerraron la jornada en 206.650 dólares, frente a los 205.980 dólares de la jornada anterior.

Bernanke cree que las reformas limitan los riesgos

El presidente de la Reserva Federal estadounidense (Fed), Ben Bernanke, sostuvo ayer que las reformas adoptadas desde la crisis de 2008 para regular y supervisar mejor el sistema financiero pueden ayudar a «limitar» la toma de riesgos. «El problema del riesgo moral ('moral hazard') no tiene una solución perfecta, pero se pueden tomar medidas para limitarlo», dijo Bernanke durante una conferencia en Washington organizada por el Fondo Monetario Internacional (FMI), y en la que no se refirió al programa de estímulos de 85.000 millones de la Fed.