Las pensiones ganarán 1.000 millones en poder adquisitivo

Han tenido que pasar tres años para que los pensionistas reciban una inyección en sus prestaciones con suficiente margen como para hacerles ganar capacidad adquisitiva. Desde 2010, sus «nóminas» no habían hecho más que adelgazar para hacer frente al día a día y a la escalada de precios. Sin embargo, el escenario más probable de inflación a noviembre (que es el que se utiliza para calcular la desviación sobre el IPC) se situará previsiblemente en la franja del 0,5% (en octubre se situó en el -0,1%), con lo que la ganancia de poder adquisitivo para los pensionistas podría superar los 1.000 millones de euros (aproximadamente 115 euros de media por prestación).

Según las estimaciones, en ese supuesto, las pensiones de hasta 1.000 euros obtendrán 780.978 millones en capacidad adquisitiva mientras que las superiores a 1.000 euros ganarán 265.997 millones. En total, con un IPC rondando el 0,5%, estas prestaciones se revalorizarán unos 1.046.975 millones de euros con respecto al coste de la vida.

Todas las pensiones ganaran poder adquisitivo (por encima del IPC) si queda el IPC en noviembre por debajo de 1%.

Especialmente lo harán las pensiones inferiores a 1.000 euros, que no son las mínimas sino la gran mayoría de las pensiones del sistema (más del 70%). Es una ganancia especialmente relevante al producirse en un año aún de crisis económica. Asimismo, se trata de la primera ganancia de poder adquisitivo en tres años, desde 2010, ya que en 2011 se congelaron.

La ganancia, sea cual sea el IPC de noviembre, se consolidará en el transcurso del próximo ejercicio, por lo que la subida acumulada con el paso del tiempo será aún más notable. Los cálculos realizados demuestran la negativa incidencia que tiene una escalada de los precios para el sistema público de pensiones.

En enero de 2012, se elevaron las pensiones un 1%. Sin embargo, en noviembre el Índice de Precios al Consumo alcanzó el 2,9%, por lo que el Estado hubiera tenido que hacer frente a una paga extra en enero de 2013 para compensar la desviación del 1,9%. Las restricciones presupuestarias derivadas del cumplimiento de los objetivos de déficit obligaron al Ejecutivo a suprimir esa paga.

No obstante, dependiendo de la marcha del IPC, ahora las pensiones más bajas podrían compensar una buena parte de la capacidad de compra que se dejaron en 2012. Si por ejemplo la inflación se situase en el 0,4 que como máximo pronostican los analistas, entonces estas pensiones ganarían un 1,6 por ciento en el año.

El número de pensiones a 1 de enero de 2013 era de 9.008.368. De ellas, las que perciben hasta 1.000 euros (6.595.654) obtuvieron una revalorización del 2% mientras que las superiores a los 1.000 euros (2.412.694) vieron incrementado un 1% su cuantía para un gasto estimado total asignado al pago de pensiones de 106.852 millones de euros.

Las estimaciones contemplan también escenarios con una improbable escalada de los precios del 0,6%. En este caso, el beneficio para los pensionistas se reduciría gradualmente. En total, los perceptores de estas prestaciones (jubilados, por incapacidad permanente, viudedad, orfandad o en favor de familiares) ganarían unos 941 millones en capacidad adquisitiva, mientras que la ganancia se reduciría a 836 millones en caso de que el IPC creciera al 0,7% y a 731 millones si llegara al 0,8%. Los cálculos para un escenario improbable del 0,9% de crecimiento de los precios reducirían casi a la mitad la ganancia en capacidad de consumo de los pensionistas.