Las tarjetas en circulación en España se reducen en 7,5 millones desde 2008

La crisis económica, la voluntad de los usuarios de controlar el gasto y la sustitución de las tarjetas de banda magnética por las de "chip"han provocado que desde 2008 hayan desaparecido en España casi 7,5 millones de tarjetas de crédito y débito.

Así se pone de manifiesto en un informe presentado hoy, sobre la evolución de los medios de pago en América Latina y España durante 2012, que ha sido elaborado por Tecnocom y Analistas Financieros Internacionales (AFI).

Según se pone de manifiesto en dicho estudio, desde 2008, en España han desaparecido casi 7,5 millones de tarjetas, un hecho que también ha estado motivado por la concentración que vive el sector financiero español, tal y como ha apuntado el director del Departamento Internacional de AFI, Álvaro Martín.

No obstante, pese a ello, el volumen de negocio se mantiene, según ha matizado el director general del Sector de Banca y Seguros de Tecnocom, Javier Rey, que también ha indicado que cada vez más las tarjetas se utilizan para hacer compras de un importe menor.

En el lado opuesto a España, en América Latina, las tarjetas de crédito y débito no ha dejado de crecer en los últimos cinco años como consecuencia, entre otros factores, a la expansión de la infraestructura física de los puntos de acceso, como los cajeros automáticos, y a los esfuerzos que han llevado a cabo los gobiernos, entidades y establecimientos comerciales para potenciarlo.

El informe presentado hoy también indica que la innovación en los medios de pago sigue "a buen ritmo"y que se mantiene los pagos con móviles y las tarjetas prepago como apuestas de futuro.

En este sentido, y en cuanto al pago sin contacto, Martín ha explicado que pese a la crisis, éste es un proyecto que no se va a frenar, ya que para el sector bancario español es una apuesta casi estratégica.

Eso si, ha matizado que la puesta en marcha de la tecnología NFC, que es un sistema de pago con el móvil, tardará tiempo en aplicarse.

Por último, el informe publicado hoy, que sitúa a España como el país con mayor nivel de desarrollo de los medios de pago, explica que los consumidores españoles y latinoamericanos tienen percepciones distintas sobre las cualidades de estos productos.

Así, en América Latina, el efectivo es visto como un medio que permite controlar lo que se gasta, mientras que las tarjetas ofrecen un mayor valor añadido frente a los demás.

En el caso de los españoles, éstos enfatizan más el efectivo como un medio de control del gasto, en tanto que las tarjetas se perciben como un medio muy cómodo y conveniente.