Grecia
Grecia ofrece a la UE un ajuste de sólo 200 millones para cerrar hoy un pacto
Plantea cesiones mínimas para lograr hoy un pacto, pero los acreedores niegan haber recibido nuevas propuestas
Plantea cesiones mínimas para lograr hoy un pacto, pero los acreedores niegan haber recibido nuevas propuestas
En la década de los treinta el presidente estadounidense Franklin D. Roosvelt implantó el «New Deal», una batería de políticas intervencionistas para sacar a su país de la Gran Depresión. Tras la Segunda Guerra Mundial se firmó el Acuerdo de Londres, que supuso una quita de la deuda alemana. Hoy, 22 de junio de 2015, el primer ministro heleno, Alexis Tsipras, quiere alcanzar en la Eurocumbre de Bruselas, junto al resto de líderes europeos, un «gran pacto» al estilo de los anteriores que ponga punto final a los cinco años de la crisis de deuda griega.
Para lograr ese objetivo, el Gobierno heleno trabajó este fin de semana contra reloj para entregar una nueva propuesta que, según la oficina de Megaro Maximou, el «premier» griego presentó ayer al presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker; la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, François Hollande. No obstante, fuentes diplomáticas aseguraron a Efe que «por el momento no hay propuestas nuevas» y que el encuentro de hoy «sólo puede ser productivo» si Atenas remite nuevas medidas. A tenor de las filtraciones publicadas por la prensa local, las reformas que prepara Atenas siguen sin satisfacer las exigencias de los acreedores.
El documento mantiene los tres tipos de IVA que la parte griega ya presentó: el 6,5%, el 13% y el 23%, mientras que las instituciones insisten en aplicar tan sólo dos tasas. En cuanto a las pensiones, el Ejecutivo izquierdista accedería a suprimir las jubilaciones anticipadas a partir del próximo año, una medida que aportaría unos 200 millones de euros adicionales. Además, según la cadena de televisión MegaTV, Atenas estudia reducir las pensiones complementarias más elevadas de funcionarios, aunque sólo afectaría a un total de 80.000 y los beneficios serían escasos. Los prestamistas piden un recorte de las pensiones que aporte ingresos por valor de 1.800 millones, un 1% del PIB.
Asimismo, el Gobierno de Syriza estaría dispuesto a mantener el polémico impuesto unificado a la propiedad (Enfia), incumpliendo así una de las promesas más repetidas en campaña electoral. En última instancia, la parte helena incluso podría ceder aún más con un leve aumento de las tasas de IVA –como ya insinuó recientemente el ministro de Finanzas, Yannis Varufakis– o con una imposición mayor para algunos alimentos o los hoteles.
A cambio de esas medidas, Atenas pide una reestructuración de la deuda, salvaguardar el subsidio para los jubilados y evitar la subida de diez puntos porcentuales en el IVA sobre la electricidad. No obstante, las reformas ofrecidas distan todavía mucho de las demandas de la troika. Por ese motivo, si ninguna de las partes da un giro de timón a última hora, las expectativas de acuerdo son todavía escasas.
Atenas fija sus «líneas rojas»
El Gobierno sigue sin cruzar sus ultimísimas «líneas rojas». Así lo subrayó ayer el ministro de Estado, Nikos Pappas, uno de los miembros del gabinete de Tsipras que desde ayer trabaja en Bruselas: «La restauración de los derechos laborales, la oposición a recortar los salarios y las pensiones, nuestra liberación de la política de austeridad catastrófica y un tratamiento integral del problema de la deuda han sido y siguen siendo nuestras líneas rojas».
Atenas mantiene su férrea postura hasta el último segundo a pesar de los agonizantes problemas de liquidez. El diario alemán «Frankfurter Allgemeine Sonntagszeitung» estima que el Estado heleno perderá este mes entre 2.000 y 3.600 millones de euros por caídas en la recaudación fiscal. Varios medios locales calcularon en unos 1.000 millones la merma de ingresos mensuales por impago de impuestos tras la llegada al poder de Syriza. La urgente situación del país obligó al Banco Central Europeo (BCE) a convocar para hoy a su cuadro directivo con el fin de abordar esa cuestión. La previsible fuga masiva de depósitos, si no hay fumata blanca hoy, forzará un control de capitales a partir del martes, indican varios analistas consultados.
Ante esa emergencia y la previsible fuga de depósitos masiva, el Gobierno griego intentó enviar un mensaje tranquilizador a la población: «Pedimos una solución. Para que haya un acuerdo, debe ser beneficioso para el pueblo».
Por otro lado, Atenas es consciente de que la decisión final pasa por Merkel, como indicó Varufakis. «La canciller alemana estará el lunes ante una encrucijada decisiva» y no debe seguir «las sirenas de su Gobierno» que quieren echar al Ejecutivo heleno «por la borda», afirmo el titular de Finanzas. La dirigente germana prefiere no cargarse semejante peso político, como pretende Grecia, y es partidaria de convocar un encuentro «consultivo» si no se llega a un acuerdo mañana.
El mensaje de la troika es claro y al unísono: «No hay tiempo que perder» para Grecia. Así lo declaró Hollande, para añadir que «cada segundo importa». La cita no se presenta nada fácil para Tsipras, con todo y todos en su contra hoy en Bruselas.
«Debe atenerse a las reglas del juego»
El ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, insistió ayer en que Grecia debe atenerse a unas «reglas del juego» que son «compartidas» por todos los socios del Eurogrupo y expresó su convicción de que el país sólo superará su crisis si implementa las reformas comprometidas. «Además de acordar reformas hay que implementarlas», sentenció Schäuble, en un acto celebrado en la ciudad alemana de Rasdorf, donde recibió el premio Point-Alpha en reconocimiento a su labor en el proceso que derivó en la reunificación alemana hace 25 años. El titular de Finanzas germano recordó al respecto el ejemplo dado por países periféricos como Irlanda, Portugal, Chipre, España e «incluso Grecia», donde, dijo, se demostró que las reformas surten el efecto deseado «cuando se aplican».
La nueva oferta griega
- IVA. Atenas reformaría el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) para dejarlo con tres tipos, como proponía inicialmente: 6,5%, 13% y 23%. No obstante, cambiaría la imposición sobre algunos alimentos y servicios como los hoteles para incrementar la recaudación. En cualquier caso, las instituciones acreedoras reclaman a Grecia sólo dos tipos: 11% y 23%.
- Pensiones. En la nueva propuesta griega se plantea la eliminación de las jubilaciones anticipadas a partir del próximo año. Con esta medida, el Gobierno heleno prevé ahorrar 200 millones de euros. Además, Atenas propone rebajar las pensiones complementarias más altas. Por el contrario, la troika reclama una reforma total del sistema de pensiones que permita ahorrar 1.800 millones de euros.
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