Tecnología

La revolución silenciosa en el trabajo: los empleados que usan la IA a diario se consolidan como los más productivos, mejor pagados y más valiosos

Pese a su gran potencial, solo un 14% de los trabajadores españoles afirma utilizar IA generativa cada día

La demanda de profesionales con conocimientos en inteligencia artificial está en su punto más alto
Inteligencia Artificial Freepik

Análisis de informes, procesamiento de datos, agilización de procesos, generación de contenidos o mejora de presentaciones. Las aplicaciones de la Inteligencia Artificial (IA) al ámbito laboral son tan amplias y variadas como sectores hay en el mercado y aquellos empleados que le sacan provecho se benefician de una mayor productividad, salarios más altos y más seguridad laboral, según se desprende del informe Global Workforce Hopes & Fears 2025, elaborado por PwC. Las empresas saben que la IA es una revolución tecnológica que ha llegado para quedarse y aquellos empleados que saben trabajar con ella se han convertido en los más valiosos de la plantillas.

El estudio revela que, en comparación con los usuarios menos frecuentes, los trabajadores que emplean la IA a diario tienen una mayor probabilidad de haber obtenido beneficios tangibles en aspectos tan relevantes como la productividad (92% frente al 58%), el salario (52% frente a 35%), y en su seguridad laboral (52% frente al 32%). También son más optimistas sobre el impacto de la IA en sus funciones y nueve de cada diez esperan seguir experimentando ventajas adicionales.

Pese a su gran potencial, solo un 14% de los empleados encuestados afirma utilizar IA generativa a diario, una tasa que, sin embargo, ha crecido dos puntos porcentuales respecto a 2024. La implementación de la IA en el ámbito laboral varía enormemente en función del tipo de trabajo. Como es de esperar, aquellos que trabajan en una oficina utilizan en mayor medida la IA (19%) que aquellos que desempeñan tareas manuales (5%). Todavía un grupo más pequeño de empleados, el 6%, dice utilizar diariamente agentes de IA, la siguiente fase de esta tecnología en la que puede realizar labores de forma autónoma, incluyendo la toma de decisiones.

El bajo nivel de uso no solo depende de la voluntad de los trabajadores. Las empresas podrían hacer más por formar a sus plantillas en IA. No obstante, solo el 51% de los empleados encuestados, que no ocupan puestos directivos, creen que tienen acceso a las oportunidades de aprendizaje y de formación que necesitan, un porcentaje inferior al de los directivos (66%) y a la alta dirección (72%). Los esfuerzos también varían según el sector. El tecnológico destaca en este sentido: el 71% de sus profesionales afirma haber adquirido nuevas habilidades en el trabajo que impulsan su carrera, frente al 56% del total de encuestados.

De hecho, según otro estudio de VML The Cocktail, seis de cada 10 trabajadores usan la IA sin directrices ni control empresarial y usando sistemas no validados por sus compañías. Esta brecha entre adopción real y capacidad corporativa plantea tanto riesgos como oportunidades. En el primer caso, aparecen riesgos de "compliance" y seguridad derivados del uso de datos corporativos en sistemas no autorizados o carentes de auditoría. En el segundo, se abre una ventana de oportunidad para aquellas empresas que sean capaces de canalizar esta adopción espontánea hacia un modelo corporativo regulado, con formación, estrategias claras y gobernanza tecnológica.

En este sentido, el informe de PwC señala que aquellos trabajadores que ya utilizan la IA están destinados a ampliar su ventaja sobre el resto de la fuerza laboral: mientras que el 75% de los usuarios diarios de IA sienten que tiene los recursos que necesitan para aprender y desarrollarse, solo el 59% los usuarios poco frecuentes lo creen así.