Elecciones andaluzas
Miedo en el PP al «efecto Vox» en Andalucía: «Yo soy de los tuyos, pero voy a votar a Vox»
A Vox no lo colarán en las instituciones cuatro pijos revenidos sino esa masa periurbana puteada por la crisis
► Estas son las medidas más polémicas del programa de Vox y que casi nadie ha leído
Todos los partidos se la juega este próximo domingo, 2 de diciembre, en las elecciones andaluzas, pero sólo uno no tiene nada que perder y mucho que ganar y ese partido es Vox. La formación de Santiago Abascal, en boca de todos en los últimos meses, apunta a contar con representación en el Parlamento de Andalucía tras el domingo. Algunas encuestas le dan hasta cuatro escaños, a costa casi siempre del PP o de Ciudadanos, aunque también rascan en otros partidos. El barómetro del CIS del 14 de noviembre le otorgaba un escaño por Almería y otras encuestas sin embargo no le dan representación aunque sí alrededor de 75.000 votos, cifra nada desdeñable.
El caso es que cunde la preocupación entre las filas populares por esa previsible caída que van sufrir el 2 de diciembre mientras que en Vox hay una euforia contenida pues, más allá del resultado, han conseguido lo que más deseaban: que todo el mundo hable de ellos.
Según publicaba esta misma semana en LA RAZÓN nuestro campañero Lucas Haurie, no solo hay gente que les va a votar porque están en contra de la inmigración ilegal, sino que muchos inmigrantes legales estarían dispuestos a darles su voto para que se frene la avalancha migratoria que llega desde el Estrecho.
“Las primeras victorias resonantes del Front National francés fueron en antiguos feudos obreristas como Marsella o el Paso de Calais y, del mismo modo, a Vox no lo colarán en las instituciones cuatro pijos revenidos sino esa masa periurbana que, tras ser puteada por la crisis, vive ahora zarandeada por las exquisitas ocurrencias de la progresía políticamente correcta: los que vetan el jamón de york en los comedores escolares para no soliviantar a los alumnos musulmanes y les meten un sablazo vía impuesto de hidrocarburos a los padres de familia sin monetario para jubilar al viejo utilitario diésel con cien mil kilómetros de sangre, sudor y lágrimas a cuestas”, escribía Haurie.
Y es que Vox empezó metiendo miedo desde el principio de la campaña, cuando el 11 de noviembre llenó el Palacio de Congresos y Exposiciones de Sevilla en la presentación de los candidatos y hacía lo mismo unos días más tarde en la plaza de la Marina de Málaga en su primer acto de campaña en la provincia.
Ayer mismo, el secretario general del PP, Teodoro García Egea, en un paseo por las calles de Granada se encontró con mucho votante desencantado que, esta vez, tiene intención de experimentar y votar a Vox.
Tuvo un comienzo caluroso, con bienvenidas y entrada hasta el salón, pero María Luisa, que se ha definido como "del PP a muerte", fue clara y ha advertido a García Egea, Terol y a los otros 'populares' de que tenían que dejar de ser "tibios"y defender sus principios con más rotundidad.
Al menos no les ha dado un disgusto, porque tras admitir que había pensado abstenerse, les ha prometido su voto y les ha invitado a su casa para celebrar la victoria.
Y les ha dado varias órdenes, como que al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, le den "hasta en el carné de identidad"o que devuelvan los insultos que reciban, porque es "lo que le gusta a la gente".
Un vecino que le presentó la concejal granadina María Francés, un amigo de la edil, sigue pensando en votar a Vox porque apoyar a los de siempre, sugería, "no cambia nada".
Pero el más inflexible fue un joven que a pesar de confesar su afinidad hacia el secretario general le ha dejado bien claro que no piensa irse con el PP esta vez. Ya se ha decidido por Vox.
"Yo soy de los tuyos, y tú eres de los míos", le confesaba, y hablaba de la unidad de España o de "defender lo de siempre", pero también le insistía en que el PP tiene que ser "radical". "Radical pero bien, radical democrático", ha aclarado el chico ante la atenta mirada de la comitiva popular.
✕
Accede a tu cuenta para comentar