Política

«En la política hay más tiburones que en la piscina del Aquarium»

Ramón Gómez Ugalde, número dos del PP por Guipúzcoa

Ramón Gómez Ugalde
Ramón Gómez Ugaldelarazon

Defiende con pasión su tierra, San Sebastián. Curtido en la política municipal viene de esa generación de políticos vascos que aprendieron a anteponer unas siglas, unas ideas y su lucha por la libertad frente al miedo. Llegó al PP impulsado por la figura de Gregorio Ordóñez. Dos días antes de que le asesinaran le había dicho «que necesitaba gente joven par dar la cara en los pueblos» y decidió comprometerse en política esa misma noche. Ha hecho campañas hasta nadando entre triburones y asegura que «en la política hay más tiburones que en la piscina del Aquarium» donde se metió. Cree que estar en política «es mojarse por los ciudadanos», y «a mí me gusta mojarme por la gente», explica. Creo que, además, algunos lo hemos demostrado en el País Vasco».

Portavoz del PP en San Sebastián en la última legislatura se convirtió en el azote del entonces alcalde de Bildu. «Traté de impedir que Izagirre fuera alcalde y, con generosidad, dimos nuestros votos al PSOE. Luego he estado cuatro años poniéndole en su sitio, llevándole a los tribunales, denunciándole en la policía... Pero prefiero que la gente me conozca por el trabajo que he hecho en los barrios, con las asociaciones y, sobre todo, por mi pasión: San Sebastián». Como buen vasco se le da bien ponerse ante los fogones y tiene un plato estrella: el arroz con almejas. Dice que a los vascos lo que de verdad les gusta es comer bien y por eso son innovadores. «A mi me gusta cocinar en la sociedad a mis invitados. Y creo que no lo hago mal». Ganó un concurso de huevos fritos porque supo poner la yema perfectamente en el centro. «El centro se me da mucho mejor y por eso una vez hecha la base, procuro que las cosas siempre estén ahí, que es donde las cosas quedan bien», y en paralelismo con la vida política.

Licenciado en Turismo, sabe que las encuestas para el PP en Guipúzcoa no son favorables pero asegura que «cosas más difíciles hemos conseguido. Tratamos de seducir a los guipuzcoanos, con un discurso diferente a la política de siempre, pero las campañas ya no sirven. El trabajo y la cercanía a la gente se demuestra todos los días» y son optimistas y recuerda que en 2000 llegaron a obtener hasta dos diputados. Dice que su campaña siempre está en la calle, «nos hemos bañado en febrero en La Concha, hemos ido en piragua por el río, entre tiburones...» y ya tienen algo pensado para romper con la monotonía de lo de siempre. Recuerda que la gente de la calle, cuando ejercía la política municipal, siempre le pedía «que nos pusiéramos de acuerdo para que las cosas mejoren». «Creo en la política de acuerdos», asegura. Dice que la política municipal es un «máster» para luego ejercer otras responsabilidades y que, para dedicarse a ello, «hay que ser honesto y decir la verdad. Pero también hablar claro y no tener miedo a molestar con lo que dices».

«Somos los únicos que defendemos de verdad la singularidad vasca dentro de España, sin complejos». Cercano, pegado a la realidad, se ha pateado las calles; aunque entró con 19 en política hubo un tiempo que lo dejó para trabajar en la empresa privada y luego volvió cuando Basagoiti se lo pidió.

Practica «running» y dice que en política hace falta «menos mala leche y más optimismo» y que «las cosas sólo se consiguen con esfuerzo, trabajo y perseverancia. Pero eso sirve para todo en la vida. Son valores que se están perdiendo...». Sus hijos estudian en euskera y procura hablarles en esta lengua en casa. Familiar, procura llegar a casa aunque sea para dormir a sus hijos y hacer planes con ellos los fines de semana. Ha vivido bajo la amenaza de ETA durante muchos años, la banda quiso asesinarlo junto a su mujer, Vanessa Vélez –que fue también concejala en Lasarte la última legislatura– si De Juana Chaos fallecía en su huelga de hambre, pero dice que a pesar de todo «nunca he sentido miedo». «Hemos pasado momentos difíciles, nos han robado la juventud... Pero sólo tengo miedo como padre y me preocupa que mis hijos estén sanos, su futuro y que sean felices».