Valencia

«Podemos nació cuando mi hijo»

Entrevista a Ángela Ballester, número uno de Podemos en Valencia

Ángela Ballester, número uno de Podemos por Valencia
Ángela Ballester, número uno de Podemos por Valencialarazon

Àngela Ballester conoce a Pablo Iglesias y, por tanto, a Podemos «desde hace muchos años», pero no pudo enrolarse en este proyecto desde el primer momento por una razón de peso: «El nacimiento de Podemos coincidió con el nacimiento de mi hijo y eso hizo que siguiera al partido desde la distancia en un principio». Cuando, pasados unos meses, su maternidad le permitió dedicarse a otras cosas, emprendió el proceso que la gran mayoría de los candidatos de Podemos han seguido: se ponen en contacto o crean el círculo de la localidad donde reside -en su caso, el pueblo turístico Bellreguard cercano a Gandía- y, sin casi darse cuenta, acaba en una lista con muchas posibilidades de tener que mudarse a Madrid tras las elecciones del 20 de diciembre. Ángela es la número uno de Podemos en la provincia de Valencia pero como en esta circunscripción -y en el resto de la comunidad autónoma- la formación de Pablo Iglesias concurre a las urnas en coalición con Compromís, su nombre aparece en segundo lugar en la papeleta. Las encuestas no dejan lugar a dudas: Àngela logrará escaño en Congreso el 20-D.

La candidata de Podemos es técnica en proyectos de cooperación. «Conozco a Pablo de mucho tiempo» explica, «desde 2006 o 2007. El vive en Madrid y yo en Valencia, así que no nos veíamos todas las semanas, pero sí somos amigos. Algunos de los proyectos en los que trabajé los hice junto a la formación CEPS en la que también estaba Pablo y allí entablamos una amistad». Para Àngela «Podemos es una esperanza para las personas que nos preocupamos por los derechos humanos». Escuchando su discurso se aprecia la conexión de la candidata con Pablo Iglesias: comparten el idealismo utópico. «Podemos es la oportunidad para que las cosas cambien. Es la herramienta para que se haga realidad el mundo mejor en el que algunos creemos». Sin embargo, no se engaña con las posibilidades reales del partido al que pertenece: «Las circunstancias ahora permiten el cambio pero a lo mejor dentro de unos años ya no existe esa ventana de oportunidad. Eso imprime mucha presión a todo lo que hacemos», admite. Àngela está convencida de que no se dedicará siempre a la política; de hecho se pregunta «cómo puede haber gente que se dedique a la política durante tantos años». «Yo espero no estar toda la vida porque es muy intenso. No me quiero profesionalizar en eso porque no creo que sea sano. A veces digo: ¡Con lo bien que estaba yo dedicando más tiempo a la familia!».

Y por familia se refiere, sobre todo, como es lógico a su pequeño: «Hay veces que me voy y está durmiendo y vuelvo y esta durmiendo también. Entiendo que son unos meses muy locos, pero después del 20 de diciembre tendremos que empezar a conciliar», dice.