Coronavirus

Los guardias civiles reciben el alta por teléfono y sin realizarles el test pese a dispararse los contagios

Entre el 31 de marzo y el 27 de abril el número de contagiados en la Benemérita ha pasado de 533 a 2.120

Patrullaje con la Guardia Civil en Rascafría (Madrid) en el día 34 del estado de alarma
Agentes de la Guardia Civil visitan a ganaderos que pasean a sus ovejas en RascafríaRicardo RubioEuropa Press

El pasado 23 de abril, el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, admitía que sólo se habían realizado 5.000 test de coronavirus a los más de 170.000 agentes que forman parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que combaten la pandemia. Un porcentaje que apenas llega al 3%. De ahí que los agentes se vean obligados a acudir a laboratorios privados para poder realizarse la prueba. Y es que muchos de los que estaban aislados por tener síntomas están recibiendo el alta “de manera telefónica” y sin que se les realice test alguno para confirmar que dan negativo.

Esta situación provoca un “grave riesgo de contagio” tanto para el resto de compañeros como para los ciudadanos. Así lo ha denunciado la Asociación Profesional de Guadias Civiles JUCIL, que reclama a la Dirección General de la Guardia Civil que se proceda a realizar test de coronavirus a todos los agentes de la Benemérita que se reincorporen al servicio de manera activa. A su juicio, es necesario que se realicen test a todos aquellos que se encuentren en situación de incapacidad temporal para prestar servicio o se vean afectados de cualquier forma por el Covid-19. Finalmente, exigen que se ponga fin “de forma inmediata” al procedimiento actual de altas telefónicas.

Desde esta asociación destacan el incremento de casos de coronavirus entre las filas de la Guardia Civil, que ya suma ocho fallecidos, más de 1839 infectados y otros 1.743 aislados. En este punto, y pese a que en un primer momento el ministro del Interior insistió en que el número de contagios entre las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad había descendido, hay que señalar que la tasa de contagiados en el Instituto Armado se ha triplicado.

Se multiplican por cuatro los contagios

En una respuesta parlamentaria fechada el pasado 21 de abril, el Ejecutivo aseguraba que, a 31 de marzo, había 466 policías nacionales, 533 guardias civiles y 111 funcionarios de prisiones infectados por coronavirus. Pues bien esta cifra, lejos de descender como señaló Grande-Marlaska, ha aumentado. Así, la cifra real de infectados ayer era ya de 715 policías nacionales, 2.120 guardias civiles y 239 funcionarios de prisiones. Sobra decir que en el caso de la Benemérita, el número se ha multiplicado por cuatro.

Respuesta parlamentaria de Interior sobre contagiados en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado
Respuesta parlamentaria de Interior sobre contagiados en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del EstadoLa RazónLa Razón

Las excusas de Grande-Marlaska

Tras dispararse los contagios dentro del Instituto Armado, el ministro del Interior tuvo que admitir los números y anunció que iba a encargar al Servicio de Inspección y Seguridad del Ministerio un estudio para determinar si hay alguna razón concreta para que se haya producido este desfase. A su juicio, podría influir el hecho de que dentro de la Guardia Civil “normalmente existe una convivencia mayor compartiendo pabellones” y otras instalaciones. Una explicación que no convence a los agentes.

Sus palabras provocaron la indignacion de los agentes: “Los contagios se deben a la exposición en cada servicio sin los recursos de prevención y protección adecuados, la falta de test y limpieza profesional de vehículos oficiales e instalaciones”. Así contestaban desde JUCIL al ministro del Interior, pero no fueron los únicos. Desde la Asociación de Guardias Civiles (AUGC) recordaban a Grande-Marlaska que de nada sirve ahora buscar excusas simplistas. “No, no es por la convivencia. No se han tomado medidas organizativas adecuadas. No se han realizado turnos adaptados para evitar contagio. No se ha minimizado el contacto entre agentes mediante grupos estanco... No han querido escucharnos”, sentenciaban.