Gobierno de España
Un Gobierno soberanista para contentar a ERC sin irritar a UDC
El nuevo Govern tendrá un acento independentista y contará con un departamento de Exteriores para proyectar el «problema catalán». La influencia de Esquerra será visible, puesto que el president busca garantizarse la fidelidad de Junqueras con consejeros designados a su gusto
Encerrado en el Palau de la Generalitat. Así pasó ayer la mayor parte del día Artur Mas, absorto en la compleja tarea de formar su Gobierno, algo nada fácil puesto que tuvo que hacer enormes equilibrios para no desatar la ira de su socio de federación, Unió Democràtica, y de su socio de legislatura, Esquerra Republicana. El segundo nivel del Gobierno –el que agrupa a los consejeros más sobresalientes– concentró la mayoría de las discusiones, puesto que, entre otras dificultades, no fue sencillo encajar el reforzado peso político del portavoz, Francesc Homs (CDC), con la figura de la vicepresidenta de la Generalitat, Joana Ortega (Unió), que seguirá en el cargo.
Mas desvelará hoy por la mañana las incógnitas pendientes de un Gobierno que, inevitablemente, tendrá un acento más soberanista, ya que el presidente de la Generalitat ha decidido convertir esta legislatura en la de la autodeterminación de Cataluña. Por tanto, hoy se visualizará con claridad hasta dónde ha llegado la influencia de ERC en la confección del cartapacio.
En todo caso, la continuidad va a ser la nota predominante, algo que no se debe simplemente a la confianza del presidente en los que hasta ahora han sido sus consejeros, sino a la imposibilidad de hallar candidatos para las carteras que van asociadas al recorte social. Sea como fuera, tres figuras van a sobresalir sobre el resto de consejeros. La primera, la de la vicepresidenta Joana Ortega, que volverá a encabezar la representación de Unió Democràtica en el Govern. Uno de sus propósitos es que el proceso de la consulta de autodeterminación se haga con «el máximo rigor posible» para no perder credibilidad durante el camino.
La segunda figura destacada será la de Francesc Homs, cuyo encaje no fue nada sencillo, ya que es uno de los dirigentes de Convergència que provoca desconfianza en Unió y, a la vez, uno de los hombres de mayor confianza de Mas. Abogado de formación, Homs está llamado a tener un protagonismo mayor durante esta legislatura. Muy probablemente seguirá de portavoz y, a la vez, asumirá una cartera de significado peso político, hecha incluso a su medida.
La tercera figura relevante será la de Andreu Mas-Colell, un economista con un currículum académico imponente que seguirá al frente de Economía con responsabilidades ampliadas. La duda es si sus nuevas funciones alcanzarán a Exteriores, uno de los ámbitos que Mas busca reforzar a lo largo de esta legislatura para «internacionalizar» lo que ha comenzado a llamar «problema catalán».
Ortega, Homs y Mas-Colell son los mayores exponentes del continuismo del Gobierno de Mas que, hay que recordarlo, únicamente lleva dos años instalado en el Palau de la Generalitat. Son los mayores exponentes, pero no los únicos. También está garantizada la continuidad de Irene Rigau (Enseñanza), Ferran Mascarell (Cultura) y Felip Puig, aunque, muy probablemente, en un departamento diferente al de Interior, donde ha sufrido un enorme desgaste por su gestión al frente de los Mossos d'Esquadra.
El presidente de la Generalitat exigió máxima discreción a los consejeros que fueron recibiendo la confirmación de su continuidad durante todo el día de ayer porque su intención es dar a conocer sus sorpresas –las habrá– durante la jornada de hoy, cuando los consejeros tomarán posesión del cargo y celebrarán la primera reunión de gobierno, cuyo orden del día es casi protocolario.
Mas ha tenido que compartir muchas conversaciones con Josep Antoni Duran Lleida para cerrar la formación del Gobierno, ya que la desaparición de independientes de su influencia –Pilar Fernández Bozal (Justicia)– ha llevado al líder de Unió a obrar en consecuencia reclamando un tercer consejero de su partido. Al cierre de esta edición, persistían las dudas sobre este nombre, mientras que se daba por descontada la continuidad del secretario general de Unió, Josep María Pelegrí, al frente de Agricultura.
Las salidas seguras son las de Fernández Bozal, Francesc Xavier Mena (un independiente que ha liderado el departamento de Empresa y Empleo), Lluís Recoder (representante del ala moderada de CDC, que se despide de Territorio y Sostenibilidad), Josep Lluís Cleries (bestia negra de ERC al frente de Bienestar Social). Uno de los interrogantes es comprobar si Boi Ruiz (Salud) salva el cuello, tal y como todo parecía indicar ayer.
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