San Sebastián
Burla con «txikitos» del ex jefe de ETA
La Guardia Civil utiliza todos los medios para localizar al terrorista, que ha contado con muchas horas para poder esconderse
La Audiencia ha dictado orden de arresto contra Elizarán, excarcelado por Francia
A última hora de la tarde de ayer, la Guardia Civil no había logrado localizar al que fuera jefe del «aparato político» de ETA, Aitor Elizarán, contra el que el juez de guardia de la Audiencia Nacional dictó, en la tarde del sábado, una orden de detención. Pesa sobre él la imputación de delitos de lesa humanidad y no ha pagado la fianza de cinco millones de euros que se le impuso, según han informado a LA RAZÓN fuentes conocedoras del caso. Hoy, la titular del Juzgado central de Instrucción múmero 3, Carmen Lamela, legalizará la situación en torno a este individuo, quien deberá ratificar o no la orden de detención.
Las autoridades francesas pusieron en libertad a Elizarán el viernes, al cumplir la condena que le habían impuesto la Justicia gala, y cuando llegó, cerca de la medianoche, al aeropuerto de Barajas, los policías que atienden los trámites de entrada comprobaron que no tenía pendiente ningún tipo de orden de detención ni de otro tipo, por lo que le dejaron acceder a nuestro país.
La sorpresa de Elizarán no debió de ser pequeña ya que, inmediatamente, emprendió viaje hacia su San Sebastián natal, en concreto al barrio de Inchaurrondo. Cuando se conocieron estos hechos, Dignidad y Justicia, la asociación que preside Daniel Portero, que fue la que presentó la denuncia para que se acusaran a varios etarras, entre ellos a Elizarán, del delito de lesa humanidad (gracias un extenso, prolijo y brillante informe realizado por el Servicio de Información de la Guardia Civil), formalizó un escrito ante el juez de guardia de la Audiencia Nacional para que se procediera a su inmediata detención. En el mismo sentido, se pronunciaron la Fiscalía de este ente judicial y la Benemérita.
Mientras (ya era sábado, Elizarán fue visto tomando vinos por San Sebastián con sus amigos. Asimismo, corrían rumores que se le había realizado un «ongi etorri» (recibimiento que se dispensa a los miembros de la banda) en algunos de los locales de las organizaciones proetarras.
Dignidad y Justicia había advertido días pasados de la inminente liberación del etarra y había pedido que se adoptaran las medidas necesarias para que no escapara a la acción de la Justicia. En la tarde del sábado, el juez de guardia dictó la orden de detención.
La preocupación en medios de la Guardia Civil era ayer patente ya que confesaron que se habían enterado de la puesta en libertad en Francia, llegada a España, y posterior puesta en libertad, a través de teletipos de agencia ya que nadie les había informado.
En cualquier caso, proseguían las labores de búsqueda a sabiendas de que las primeras 72 horas son fundamentales si se quiere evitar que un etarra desaparezca al haber podido acceder a una infraestructura segura. Fue lo que ocurrió con Alberto Plazaola en su día, detenido en Francia por la Policía el pasado septiembre tras haber huido de España en marzo del año anterior.
El juez de enlace entre España y Francia, Javier Gómez Bermúdez, aseguró ayer a Efe que la expulsión de Elizarán fue comunicada por la magistrada francesa de enlace con España a través de un correo electrónico al fiscal jefe de la Audiencia Nacional.
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