Diputados del PSOE piden un comité extraordinario para decidir entre primarias o congreso

Malestar en las filas socialistas por la decisión de Rubalcaba de convocar congreso para elegir secretario general: «Llegó sin primarias y se va sin ellas»

Alfredo Pérez Rubalcaba tiró la toalla anunciando un congreso extraordinario del PSOE. La cruel derrota de las elecciones europeas aconsejaba dar un paso adelante y el secretario general anunció su retirada. Era un movimiento encomiable. O al menos eso parecía a primera vista. Sin embargo, Rubalcaba no se ha ido. Sigue. Quiere seguir tutelando su sucesión de tal forma «que se elija un nuevo secretario general y nadie le pida cuentas del desastre al secretario general saliente».

No siempre ha sido así. Otros secretarios generales han abandonado de forma inmediata una vez presentada su dimisión. No se quedaron para tutelar su sucesión. Rubalcaba sí. «Es la garantía de que nadie ponga sobre la mesa su gestión» afirman diputados socialistas muy críticos. Otros se preguntan, «¿es que nadie va a analizar la gestión del secretario general que nos ha convertido en el PASOK?». Cuando Joaquín Almunia dimitió en el año 2000 y se retiró, a diferencia de Rubalcaba, de forma inmediata, el PSOE nombró una comisión gestora que veló por el proceso congresual en el que se presentaron cuatro candidatos. El congreso acabó con la elección de José Luis Rodríguez Zapatero en la secretaria general y «el partido resurgió de sus cenizas».

Unos pocos siguen dando apoyo a Rubalcaba y justifican su decisión en que «no tiene autoridad para hacer primarias. Ha preferido salir con la cabeza alta y dejar que el partido elija su sustituto». Esta afirmación viene puntualizada por un dardo envenenado de otros disconformes con la decisión del secretario general «con tal de que Carme no se haga con la dirección, cualquier cosa». El malestar ha ido «in crescendo» en las últimas horas. Primero fue Chacón con un tuit que reafirmó en un acto público «no se sabe escuchar a la gente». Escuchar, una palabra que circula mucho en los cenáculos socialistas porque «es lo que más necesita el PSOE» porque en dos años, «se han perdido más de seis millones de votos y la mitad de los afiliados».

En la misma línea alzó su voz Eduardo Madina. Diputados cercanos a los, hasta ahora, candidatos a primarias empiezan a poner en duda la estrategia del secretario general: «es la última cacicada de Alfredo». El malestar ha agitado el debate «si no nos abrimos hacia la sociedad, la sociedad no se abrirá a nosotros», apuntan sectores cercanos a la ex diputada catalana. Otros también afinan sus dardos contra el secretario general saliente porque «llegó sin primarias y se quiere ir sin primarias».

Sin embargo, Susana Díaz aconsejó, o presionó, para que Rubalcaba tomara esa decisión, según diferentes fuentes consultadas. «Lo que está claro es que esa decisión contó con el aval de la secretaria general del PSOE andaluz». Nadie se cree que fuera de otra manera. Otra cosa es que «no se quiera ni decir ni reconocer», apunta un diputado. Un compañero de hemiciclo partidario de un congreso extraordinario lo justifica afirmando que «es necesaria solidez en la dirección del partido y esa solidez la puede aportar Susana como secretaria general» y añade «su presencia es la garantía para un proceso de primarias limpio y participativo».

Primarias sí o sí

A estas alturas nadie duda que las «primarias se harán sí o sí. Eso no está en cuestión so pena que se quiere escenificar un suicidio colectivo». Otra cosa, apuntan «es que Susana, la posible secretaria general se presente. Esto es harina de otro costal. Seguro que no se presentará». Se barajan dos razones. Una «que ser candidato no es un premio, es más bien un camino al matadero porque las elecciones difícilmente pueden ganarse». Y dos, «si el PSOE, si el candidato, fracasa se necesita alguien al frente del partido que dé estabilidad». Este es el papel que algunos reservan para Susana Díaz, al menos por el momento. Le encomiendan el timón de una nave, que gracias a Rubalcaba, va a la deriva.

La polémica está subiendo de tono y no falta quien apunta a que la solución pasa «por la convocatoria de un comité federal extraordinario para decidir de forma colegiada si se convocan primarias o congreso». Otros van más allá y no descartan «hacer efectiva la dimisión de Alfredo de forma inmediata y nombrar una gestora que convoque un proceso de primarias». Otros reniegan de «esta aventura» porque «ahora lo que interesa es la estabilidad del partido y pasar página del liderazgo de Rubalcaba». Todos están de acuerdo en la celebración de primarias porque «es un compromiso del partido». No hacerlas «sería un error grave ante la sociedad», pero primero hay «que apuntalar lo que ha quedado que en un año tenemos otra convocatoria electoral» y para llegar en condiciones hay «que hacer un congreso. Y sólo Susana puede ser la secretaria general». Toda una polémica a cuenta de la última cacicada.

La primera ausencia del líder en el Congreso

- «Actitud valiente». La portavoz del Grupo Parlamentario socialista en el Congreso, Soraya Rodríguez, afirmó que en la reunión del grupo celebrada ayer –a la que no asistió Alfredo Pérez Rubalcaba– hubo un «reconocimiento claro de la actitud valiente» del político socialista. Rodríguez afirmó además que esa manera de asumir la responsabilidad política del fracaso electoral no se ve muy amenudo en el panorama actual.