Museo Thyssen
El Ayuntamiento de Pamplona insta a Azcona a retirar parte de su profanadora exposición
El alcalde de EH Bildu, Asier Asiron, convocaba una rueda de prensa ayer para justificar que no sabía nada de la muestra e instar al autor de la exposición que profana la eucaristía a que retire esa parte de la muestra. Ante la ola de repulsa ciudadana, la movilización de los católicos que mediante miles de firmas se han manifestado y el anuncio de varias querellas contra el autor y contra el consistorio que ha prestado el recinto municipal donde se exhibe, el edil de Bildu trataba de cubrirse las espaldas y argumentó que desconocía de qué iba la muestra que fue autorizada . Aseguró que el Consistorio trataría de contactar con el autor para instarle a que retirara él esa parte de la muestra en la que Abel Azcona utiliza 242 hostias consagradas de la se jactaba en su cuenta de Twitter de haber cogido simulando que iba a comulgar. Asimismo, indicó que si no lo hace, será el gobierno municipal quien “velará porque la exposición se realice en los términos en los que está autorizada”, dando a entender que “la parte de las hostias no está comisariada”. Con esta puesta en escena el alcalde de Bildu respondía a las críticas tratando de llamar a la calma, a pesar de que sus socios de Gobierno- Podemos, EB, Geroa Bai- habían expresado que retirarlo era “censurarlo”. También en el parlamento navarro todos los grupos, salvo UPN y PP se basaron en la libertad de expresión para no pedir la retirada de la muestra. Aunque la realidad signifique una difamación contra la institución de la Iglesia católica, lo que es constitutivo de infracciones y así está tipificado en nuestro Código Penal, tal y como recoge su artículo 525, es la «ofensa a los sentimientos de miembros de una confesión religiosa».
Era el propio autor, Abel Azcona quien ayer respondía vía Twitter a la posible de idea de que se iba retirar la muestra desmintiendo que fuera a retirarse su ofensa. La obra “continua” hasta el “17 de enero. Os esperamos” indicando además que la rueda de prensa del alcalde de Bildu “no se había entendido”.
En medio de la polémica, el lunes, un señor anónimo entró en el recinto municipal donde se exhibe la polémica exposición y se llevó el plato donde estaban las 242 formas eucarísticas que figuran en la provocadora obra y las llevó a una parroquia cercana al centro municipal. Ante esto, el autor consideró que le habían “robado parte de su obra”.
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