Pedro Sánchez

El dilema del Rey: Sánchez o abrir un período de reflexión

Tomará la decisión tras escuchar a Pedro Sánchez, quien en principio estaría dispuesto a asumir la responsabilidad

El rey Felipe VI en una de sus audiencias dentro de la segunda ronda de contactos con las formaciones políticas
El rey Felipe VI en una de sus audiencias dentro de la segunda ronda de contactos con las formaciones políticaslarazon

Felipe VI podría optar por no proponer candidato para la investidura ante la falta de acuerdo. La decisión dependerá de la propuesta del líder socialista, que pedirá que le propongan.

Hoy es el día decisivo para el Rey y el conjunto del Estado: se cierra la ronda de consultas con Pedro Sánchez y Mariano Rajoy y el Jefe del Estado nombrará candidato para la investidura.

O no. Porque el escenario político en cuestión de acuerdos es tan incierto que, como explican fuentes cercanas al Rey, cualquier avance es «especulación». Y se remontan a la anterior ocasión en la que se daba por hecho que el presidente en funciones se sometería a la primera votación en el Congreso y finalmente no fue así. Por este motivo, insisten en que hasta que se terminen los encuentros en La Zarzuela no hay nada seguro sobre la mesa. Unos encuentros que han seguido un calendario diseñado por la Casa del Rey que permite que los dos líderes de los partidos grandes, PP y PSOE, tengan capacidad de reacción ante las declaraciones de ayer de Pablo Iglesias y se prepare la estrategia a seguir con tiempo, no en cuestión de horas, ya que aquella vez vio a las tres formaciones políticas en el mismo día.

En este momento, las cartas de la baraja que tienen más posibilidad de jugarse son las siguientes: que el Rey nombre candidato a Pedro Sánchez, o que vea que ninguno tiene posibilidad de formar gobierno y abra un periodo de reflexión para que las formaciones políticas sean capaces de sellar pactos estables de gobernabilidad. Si el Monarca se decanta por la primera opción, tanto Sánchez como Rajoy tendrían que trasladar hoy al Rey su disposición a llegar a un acuerdo a tres: PP, PSOE y Ciudadanos. Ambos partidos tienen el «sí» del presidente de C’s siempre y cuando Podemos no se encuentre en el apretón de manos, debido a su propuesta de convocar un referéndum por la independencia de Cataluña. En este escenario, es Pedro Sánchez quien se ha negado por activa y por pasiva a formar parte de un gobierno con el PP, pero a través de unas filtraciones en el Comité Federal socialista del pasado sábado hemos conocido que los barones se manifiestan claramente contrarios al frente de izquierdas PSOE, Podemos, IU y la abstención de los grupos nacionalistas. Si Sánchez llega hoy a La Zarzuela con esta opción por delante, podría ser que el Monarca lo nombrara candidato a la presidencia del gobierno. También podría darse que nombrara nuevamente al presidente en funciones, Mariano Rajoy, ya que ninguna ley impide que un candidato sea propuesto dos veces, o que incluso se decantara por Rivera con el apoyo de los dos partidos, lo que suena muy hipotético ya que encabeza la cuarta fuerza.

El artículo 99 de la Constitución

Porque el Rey tiene la obligación, según le dicta el artículo 99 de la Constitución, de hacerlo tras realizarse la ronda de consultas, pero Don Felipe también tiene que sopesar las posibilidades de que este candidato forme gobierno. En la anterior ocasión, nombró a Rajoy porque se guió por el procedimiento habitual de proponer al representante de la lista más votada.

Pero si el Jefe de Estado considera que ninguno de los aspirantes está en condiciones de reunir apoyos para gobernar, puede demorar su designación. Según el final del artículo 99.1 de la Carta Magna, «a través del presidente del Congreso propondrá candidato», pero no se establece cuándo. Lo que significa que el Rey, si considera que no se le ha presentado ningún proyecto político razonable en su despacho de La Zarzuela, puede no llamar al presidente del Congreso, Patxi López, para proponerle un nombre y así dar oxígeno a las negociaciones.

Porque sólo si se da la situación de que se decante por alguien empezaría a contar el reloj de cara a la celebración de unas nuevas elecciones: tras la primera votación en la Cámara Baja se pondría en marcha el plazo de dos meses para que, en caso de que no consiga el apoyo parlamentario suficiente de una mayoría en primera votación, ni de una mayoría simple en una segunda, forme gobierno. Y, si no lo consiguiera, Don Felipe tiene la obligación de disolver las Cortes y convocar nuevas elecciones.

Sin embargo, hay voces políticas que critican el hecho de que un país esté tanto tiempo con un gobierno en funciones, como es el caso de la portavoz de Coalición Canaria, Ana Oramas, quien pidió recientemente una nueva fórmula jurídica para que el Rey pueda convocar elecciones sin necesidad de una investidura. Según la ley actual, tal y como publicó este diario, sin ningún candidato se presenta o si alguno delina nuevamente la propuesta del Monarca, éste puede disolver las Cortes y convocar los comicios generales.